Fundamentos de una reforma tributaria y la inversión
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Andrés Sanfuentes
Como consecuencia de las propuestas de Bachelet y Orrego, el tema de la reforma tributaria ha concentrado el debate económico, caracterizado por fuertes dosis de ideología y pasión. No es para menos, pues está en discusión un tema central: la concentración del ingreso y la riqueza, en un país con serios problemas de desigualdad, clasismo y abusos.
A pesar que el debate está en los cambios tributarios, hay que establecer que su fundamento es aumentar los recursos que dispone el Estado, ante la necesidad de financiar avances en las políticas de educación, salud e infraestructura, los principales atrasos del país.
Si bien esa es una de las razones, incluso se puede justificar una reforma sin aumentar la carga tributaria global, sino modificando su composición, recurriendo a argumentos de equidad y de eficiencia económica y social.
El rechazo de la Derecha y los grandes gremios empresariales (“encendió la alerta en la CPC”) se concentra en el aumento del impuesto a las utilidades de las empresas y, fundamentalmente, en el Fondo de Utilidades Tributables (FUT). Las propuestas opositoras plantean un aumento del primero desde el 20% al 25%, acompañado de una menor la tasa máxima del impuesto a las personas, con el objeto de reducir la brecha entre ambos y así disminuir los estímulos a la evasión.
Las críticas se han centrado en el FUT, en que Chile es el único país en el mundo que lo aplica. Fue establecido hace 29 años con el objeto de estimular la inversión, en una época en que las empresas tenían dificultades para acceder al mercado financiero, situación que en la actualidad ha desaparecido por la expansión del crédito bancario. La defensa del mecanismo ahora está en que facilita la inversión privada, al estar gravadas las utilidades devengadas y no las retiradas.
Sin embargo, el término del FUT sería después de cuatro años de ser aprobado y compensado parcialmente por la medida de depreciación inmediata que se propone.
Los planteamientos de los candidatos de la Oposición han sido cuestionados porque reducirían la inversión, lo cual ha generado réplicas por varios motivos:
a) No hay evidencia seria sobre la cuantía de esa disminución con la reforma. Incluso, el incremento del tributo a la renta propuesta por el presidente Piñera, desde 17% a 20%, no redujo sino aumentó la capitalización.
Por otra parte, una eventual reducción se localizaría en proyectos de carácter marginal, de baja rentabilidad y con una alta probabilidad de fracaso posterior.
b) El destino de la mayor recaudación se concentraría en la mejoría de la calidad de la educación, es decir, en aumentar la inversión en capital humano, que elevaría la productividad general y del trabajo, una de las trabas actuales al crecimiento económico.
c) La inversión no depende principalmente de la carga impositiva, sino de factores como la legalidad, la capacidad institucional del Estado, la existencia de reglas claras y estables, la disponibilidad de infraestructura, la dotación de capital humano y, lo fundamental, la estabilidad política y la paz social, hoy deteriorada.
El asunto de fondo es el término del FUT. Durante estos años ha sido cuestionado por varias causas:
1.- Por constituir un crédito del Fisco a las grandes empresas a cero tasa de interés, en circunstancias que hay usos alternativos de los fondos socialmente más rentables.
2.- Es la principal fuente de evasión y elusión de los sectores de altos ingresos, de manera tal que los principales contribuyentes son hoy quienes reciben altos sueldos y no rentas del capital, llevando a la inequidad horizontal del sistema, a la cual se suma a la desigualdad vertical. Para algunos, se ha transformado en un sistema semi voluntario de recaudación.
3.- La utilización indebida del FUT se suma a las numerosas franquicias tributarias existentes, la mayoría sin justificación y fuente de desigualdades.
La cereza de la torta en la argumentación de la Derecha y los grandes empresarios es que perjudicaría a las PYMES... ¡por favor! ¡A vender a la otra esquina, como dice el compra huevos!