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2022: liderazgo empresarial a prueba

JANET AWAD vicepresidenta de FGE

Por: JANET AWAD | Publicado: Viernes 25 de febrero de 2022 a las 04:00 hrs.
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JANET AWAD

Transitamos por el primer tramo de un 2022 que plantea desafíos a los líderes empresariales, desafíos que podrían parecer inexpugnables. Las siguientes siguen adaptando sus modelos de negocios, estructuras de trabajo y configuración organizacional a la nueva realidad que emerge pospandemia.

En el plano externo, a las dificultades en las cadenas de abastecimiento mundial y los fenómenos disruptivos en múltiples escenarios, se añade la creciente tensión entre las superpotencias que, entre otros efectos, tiene los precios de las materias primas en las nubes. La mayoría de las empresas chilenas tiene un alto nivel de exposición a los vaivenes de la economía mundial, por lo que es imprescindible el monitoreo permanente de lo que ocurre y sus eventuales impactos locales.

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A esto hay que agregarle las fuentes internas de incertidumbre. La renovada de un nuevo gobierno crea incertezas sobre el devenir de la administración entrante, pero en este caso se suma que asumirá una nueva coalición, con características muy distintas a los bloques que gobernaron el país en los últimos 30 años. En paralelo avanza el proceso constituyente y las primeras aprobaciones aprobadas por 2/3 de los convencionales distan mucho de un texto minimalista que recoja la historia constitucional chilena. Más bien, los lineamientos que están emergiendo parecen encaminados a refundar el marco jurídico, político y económico del país con consecuencias incalculables.

¿Cómo deben enfrentar los líderes de las empresas este desafiante contexto? A nivel gremial se hace imprescindible una articulación efectiva de las fuerzas proemprendimiento. Pero la coyuntura no debe distraer a los gobiernos corporativos sobre lo necesario que es afianzar una cultura de integridad al interior de las compañías, sobre todo en un entorno que las expone a un mayor escrutinio de la sociedad y donde cualquier error que alcance notoriedad pública puede tener nefastas consecuencias para el sector privado en el futuro.

Además, se espera que los líderes sean capaces de mostrar altos niveles de flexibilidad. Las nuevas formas de trabajo, los procesos de transformación digital y el cambio en las condiciones ambientales que enfrentan las empresas, entre otros factores, exigen de sus responsables capacidad de adaptación y buena comunicación con todos los niveles de la organización. Las instancias de diálogo que se abrieron luego del estallido social deben transformarse en permanentes, porque el verdadero liderazgo implica conocer en profundidad la realidad de quienes forman parte de un equipo, independiente de la posición que tengan.

Este año se pondrá a prueba -en toda su magnitud- la capacidad del liderazgo empresarial. Mientras avanzan procesos claves para definir los pilares sobre los que se construirá el país en las próximas décadas, los representantes del mundo empresarial no podemos quedarnos impávidos. Tanto hacia afuera como hacia el interior de las empresas debemos exponer con nitidez y convicción las ventajas del libre emprendimiento, bajo normas justas y conductas que reflejan una cultura de integridad.

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