Potencial de litio: ¿más allá de la extracción?
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Pese a que el Gobierno mantiene en espera a la industria del litio respecto de dos anuncios muy relevantes -la creación de la futura Empresa Nacional del Litio y la publicación de una estrategia nacional para la explotación del mineral-, actores de gran peso en el sector siguen dando señales de su gran confianza en el potencial de ese recurso natural.
Nuestro titular de ayer fue un ejemplo de ello, al consignar que la gigante minera china Tianqi, dueña del 24% de SQM, está interesada no solamente en la extracción del mineral, sino en encontrar oportunidades de inversión a lo largo de toda la cadena de valor que produce baterías de litio. Estas son un elemento estratégico para la transición energética hacia la electromovilidad, así como para las telecomunicaciones. Tanto es así, que la empresa no duda en sostener que “la industria global de baterías de litio entra en su período de oro”.
No es para nada claro que Chile reúna las condiciones necesarias para incorporarse a fases más sofisticadas de la cadena de valor.
Que grandes empresas multinacionales como ésa adscriban ese potencial a un recurso del cual Chile es el segundo productor mundial es una buena noticia para el país, qué duda cabe. Como también es positivo que exista interés en agregarle valor incorporando a Chile en otras fases de la cadena, más allá de la extracción.
Eso obliga a preguntar si el país está en condiciones de participar provechosamente en fases más sofisticadas de dicha cadena, y la respuesta dista de ser una tajante afirmativa. El primer requisito para ello es contar con una fuerza de trabajo más calificada, precisamente un aspecto que Chile ha descuidado por años y que, aún hoy, no figura en forma prominente en la agenda nacional. Tampoco es claro que las regulaciones -de inversión, medioambientales, laborales, etc.- tengan el estándar necesario, pues poco se han discutido, dado que ni siquiera se conoce aún la estrategia del Estado para el litio.
Tal vez por eso la minera china matiza su intención de invertir precisando “si las condiciones lo permiten”. Lo cierto es que para dejar de ser una “economía extractiva” -algo sobre lo cual se ha construido una caricatura, por lo demás-, Chile ha dado pocos pasos.