Cartas

Permisiología laboral

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Señor Director:

El proyecto de ley sobre igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres señala dentro de su articulado que las grandes empresas “deberán determinar el valor de los diversos cargos o funciones en base a puntajes, aplicando para estos efectos un método de evaluación analítico que examine factores establecidos”.

Aunque la norma persigue un propósito valioso, la herramienta seleccionada es muy dañina. Se busca imponer lo que en el ámbito empresarial se conoce como “Sistemas de Valoración de Puestos de Trabajo”. General Electric, en 1923, fue de las primeras corporaciones en implementar este tipo de sistemas, que luego tuvo un gran auge en la explosión industrial de post guerra.

El problema es las empresas de hoy se parecen muy poco a las fábricas de primera mitad del siglo XX. Los organigramas son actualmente mucho más fluidos, las exigencias competitivas y de innovación llevan a que áreas y departamentos aparezcan y desaparezcan continuamente, y el valor de los puestos de trabajo depende, en gran medida, del talento de la persona que lo ocupa.

Las empresas chilenas intentan sobrevivir en un mundo globalizado, de transformación digital, en el que la inteligencia artificial juega un rol creciente. Lo último que necesitan es que se las obligue a encorsetarse con sistemas de principios del siglo XX, que solo agregarán burocracia y permisología, aumentando los costos, y desincentivando el empleo.

Una vez más, políticas dictadas desde una postura ideológica anacrónica, fomentan la exclusión del mercado laboral formal de los grupos vulnerables. Es de esperar que esta iniciativa no prospere.

Cecilia Cifuentes y Raúl Lagomarsino

Profesores ESE Business School Universidad de los Andes

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