Lucha anticorrupción y secreto bancario
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Señor director:
Las recientes iniciativas legislativas anticorrupción, incluida la Ley de Delitos Económicos, han suscitado un debate necesario. Aunque hay propuestas que actualizan la normativa de manera razonable, otras amenazan la confidencialidad, privacidad y confianza en las instituciones.
La reforma que intensifica la fiscalización y fomenta el cumplimiento tributario pretende incorporar modificaciones respecto del secreto bancario, consagrado en nuestra actual Ley de Bancos. Las reformas pretendidas socavan el equilibrio entre privacidad financiera y supervisión, mediante el establecimiento de mecanismos que vulneran la privacidad y la presunción de inocencia de los ciudadanos, imponiendo cargas procesales desproporcionadas y plazos reducidos a los contribuyentes, cuestión que sin duda afecta la posibilidad de que estos den autorización para que terceros accedan a sus datos financieros sin una evaluación completa de las consecuencias ni de sus derechos.
Esta medida, aunque busca eficiencia en la fiscalización, podría invadir indebidamente la esfera personal al facilitar el acceso a información financiera, erosionando la confianza en el sistema financiero.
Como indicó el presidente de la CPC recientemente, proteger la privacidad financiera es crucial. Más allá del argumento “el que nada hace, nada teme”, la confidencialidad bancaria salvaguarda la autonomía, los derechos individuales de los ciudadanos, fomenta un clima de confianza esencial para el desarrollo económico y la estabilidad financiera del país, y resguarda la seguridad en las instituciones y en la democracia.
Las reformas en materia anticorrupción no pueden ir en desmedro de los pilares de la privacidad financiera, necesarios para la estabilidad político-económica y la inversión en el país.
Francisca Franzani y Loreto Hoyos
Abogadas Albagli Zaliasnik