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Cartas

Cartas al Director

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 22 de marzo de 2013 a las 05:00 hrs.

Institucionalidad y ciencia
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Señor Director:


Han transcurrido varias semanas desde que el gobierno anunciara la conformación de la comisión presidencial encargada de definir la nueva institucionalidad para la ciencia. Los síntomas de agotamiento y obsolescencia del actual sistema son evidentes y vienen siendo diagnosticados por diversos actores en los últimos años. El desafío hoy es pasar del diagnóstico a las soluciones. Y para ello es necesario avanzar en aquellos puntos que concitan mayor urgencia. Problemas de coordinación entre agencias dispersas en varias reparticiones públicas, de gestión, falta de coherencia entre algunos programas, y la inexistencia de una autoridad en la materia que garantice responsabilidad política y que proyecte a nivel público la relevancia de la ciencia, son sólo algunos de los elementos que la nueva institucionalidad debe resolver.
Se requiere además una nueva política pública en la materia, en la que tanto el Estado como agentes privados y sociales, cumplan un rol fundamental en su ejecución. La nueva institucionalidad debiese también resolver el problema de diseño de dicha política. Resulta imperativo reconocer la importancia de incluir a los diversos actores públicos, privados y de la sociedad civil, en el diseño de una política que, por las características propias del desarrollo científico, debiese tener una orientación de largo plazo y mecanismos de evaluación independientes de los agentes ejecutores.
Creemos que muchos de estos puntos se resolverían satisfactoriamente unificando a las diversas agencias de fomento al desarrollo científico bajo un solo sistema administrativo y de gestión, y en donde las agencias ejecutoras cuenten con consejos asesores autónomos integrados por expertos de excelencia, y que en conjunto formen parte de una instancia superior encargada de asistir en la definición de políticas e instrumentos, lo que a su vez fortalecería el rol de estas agencias.

Carlos Blondel
, Presidente Fundación Más Ciencia


Baja de la victimización

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Señor Director:


Pareciera ser que el diputado Felipe Harboe es la única persona del país que no está feliz con la disminución de la victimización que reflejó la última Enusc.
Cuando el presidente Piñera llegó a La Moneda, los hogares urbanos victimizados alcanzaban un 33,6%. Hoy se ha reducido esa cifra a 26,3%. Si bien falta muchísimo por avanzar, no se puede desconocer el tremendo logro que significa haber disminuido en un 21,7% este índice en un par de años. Esto refleja que las cosas se están haciendo bien.
Sería recomendable que el diputado Harboe, en vez de cuestionar cada cifra que muestra los frutos de lo obrado por el gobierno actual, explicara al país por qué bajo su gestión como subsecretario del Interior la reducción de la victimización fue tanto más modesta, cayendo sólo un 7,8% entre 2005 y 2008.

Juan Carlos Sotomayor F.

Universidad del Mar
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Señor Director:


¿Sabrán los diputados de la Concertación y el Partido Comunista que el candidato presidencial del Partido Radical, José Antonio Gómez, fue miembro de la Junta Directiva de la Universidad del Mar en los momentos en que la institución más que quintuplicaba su cantidad de alumnos?


Augusto González M.

Insultos a Carabineros
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Señor Director:


En hora buena el proyecto de ley que busca sancionar los insultos a carabineros durante su ejercicio. ¡Ya era hora que nuestras autoridades y políticos pensaran un poquito y se preguntaran si es dable en un país que aspira al desarrollo, cualquiera insulte sin más a cualquier autoridad incluida a carabineros!
Esto debió hacerse hace mucho, ya que hemos visto en el último tiempo la falta de respeto más vergonzosa a la autoridad de carabineros, lo que no es otra cosa que libertinaje influido probablemente por un mal entendimiento de los derechos que creen que tienen todos aquellos que actúan irresponsablemente, amén de ser una pésima señal, especialmente hacia nuestra juventud.
Otra lectura de estos hechos muestra, sin lugar a dudas, nuestras limitaciones y subdesarrollo.

José M. Caerols S.

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