Cartas al Director
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Gratuidad en la educación I
Señor Director:
El anuncio hecho por la presidenta Bachelet respecto a entregar gratuidad en la educación superior, tiene contrastes dignos de destacar. Lo positivo es que se incluye a los alumnos de Centros de Formación Técnica (CFT) e Institutos Profesionales (IP), y no sólo a los universitarios, lo que es un gran paso para reducir la brecha que existe entre los apoyos estatales que reciben estudiantes de ambos sectores.
Sin embargo, desde la otra vereda, miles de jóvenes de familias vulnerables no podrán acceder a este beneficio el próximo año, por haber elegido una universidad que no es del CRUCH o un IP o CFT que, estando acreditado y ser sin fines de lucro, queda excluido del sistema por su estructura societaria.
Esto es lo más injusto del anuncio. A la Presidenta le correspondería reconocer que esta medida deriva de la falta de financiamiento que la Reforma Tributaria no fue capaz de solventar, al ser insuficiente para atraer los recursos que la gratuidad universal amerita, por lo que no lo debería haber prometido sin tener la seguridad de poseer el respaldo económico.
Por otra parte, se debe tomar en cuenta el riesgo que se corre con los 15 CFTs estatales que se crearán, los que no estarán sujetos a ningún proceso de licenciamiento ni de acreditación, lo que no asegura su calidad. Un ejemplo es que algunas universidades del Estado han tenido CFTs o departamentos de Formación Técnica que han fracasado por su mala calidad y débil administración.
Arnoldo Imalay Fuentes, Rector Escuela de Comercio CCS
Gratuidad en la educación II
Señor Director:
Es fácil hacer campaña con falsas promesas. El problema surge cuando esas falsas promesas chocan contra la realidad. La economía como ciencia nos ayuda a entender cómo funcionan las cosas en el mundo real, no como nos gustaría que funcionaran por decreto. También nos ayuda a entender las consecuencias que tiene intentar imponer cosas a la fuerza (por ley).
En este sentido, sabemos que los bienes económicos no pueden ser gratis, alguien tiene que pagarlos. Es claro que la educación de calidad es un bien económico, por tanto alguien debe financiarla. No reconocer este hecho es no entender nada del problema. La forma incorrecta de abordarlo, junto con la desprolijidad de un "programa" y la improvisación evidente, también demuestran desconocimiento profundo del tema.
Queremos el cielo: educación gratuita, de calidad y para todos. ¿Es posible? Nos dicen que sí, que será financiada por el estado, el que además tendrá el control de cómo se hacen las cosas, aunque nos digan lo contrario. Las buenas Universidades que cobran deberán moverse hacia abajo, afectando la calidad de la educación en el mismo sentido, contrario a lo prometido.
Con todo, es posible que tengamos educación "gratuita" (financiada con impuestos, por cierto), pero no será de calidad. Tampoco será plural, pues algún ente determinará qué es lo que se debe pasar y que no. La verdad prefiero pagar por algo decidido por mí, que aceptar algo decidido por otro, y con mayor razón si esto último sale de mi bolsillo también.
Félix Berríos Theoduloz, Magíster Economía, PUC
Coincidencias
Señor Director:
Palabras más, palabras menos, cifras más, cifras menos, a propósito de precampañas, como que casi todos los que emitieron boletas y luego participaron activamente en comandos de la candidata Michelle Bachelet terminaron con algún puesto en o cerca de La Moneda...
Luis Enrique Soler Milla
FIFA
Señor Director:
Así es el fútbol, el "error" humano es parte del juego
Gabriel Guiloff