Señor Director:
He leído con gusto las declaraciones del ministro de Energía, Jorge Bunster, en términos de que podría impulsarse una ley “express” para lograr la interconexión de los sistemas eléctricos del país.
Empañan sí mi entusiasmo las innumerables declaraciones -y acciones del gobierno, entre ellas la conformación de una comisión- que hemos escuchado en los últimos años acerca de la preocupación que genera el tema energético. Aún estoy esperando.
Felipe Abarca P.
Señor Director:
La firma electrónica ha significado un avance de extraordinaria importancia, que notarios y conservadores estamos implementado en todo el país y con los procedimientos telemáticos, pensamos deben extenderse obligatoriamente a todos los oficios.
Sin embargo, hay objetivos que no se le pueden exigir. Como advierte el profesor de Derecho Informático de la PUCV, Renato Jijena Leiva, la crítica esencial al actual proyecto de ley, es “prescindir -de manera amplia y genérica- de la presencia del Ministro de Fe y reemplazarla por el simple hecho de haber comprado un software generador de claves”, lo que produce inseguridad y “atenta contra todo el sistema de fe pública del ordenamiento jurídico chileno”.
No puede existir seguridad en que la persona que firma electrónicamente sea, en verdad, la titular del dispositivo, que tiene capacidad plena para administrar o disponer de sus bienes; ni que lo hace en forma libre y espontánea, no sujeta La utilización de la firma electrónica sólo prueba que ella emana de un determinado dispositivo, que bien pudo ser usado por su titular o por cualquier persona que ha tenido acceso, por cualquier motivo, a la clave.
La legítima promoción de una innovadora tecnología, no puede efectuarse sin reconocer sus limitaciones en el resguardo de la seguridad y certeza jurídica, respecto de actuaciones que por su trascendencia, requieren la presencia personal del suscriptor.
Claro ejemplo de tales debilidades puede encontrarse en las informaciones de prensa, que atribuyen al recién fallecido presidente Chávez de Venezuela, el nombramiento de autoridades y la dictación de decretos mediante firma electrónica, sin conocerse cabalmente las condiciones, ni el lugar en que se encontraba, existiendo la posibilidad que otra persona, conociendo la clave y teniendo el dispositivo en su poder, haya actuado.
Armando Arancibia Calderón
Presidente Asociación de Notarios, Conservadores y Archiveros Judiciales de Chile
Señor Director:
Restando pocos días para que se cumpla el plazo que Michelle Bachelet se autoimpuso para referirse a su inminente candidatura presidencial, surge una interrogante: ¿Qué ocurrirá con el apoyo ciudadano y de los partidos tras su primera “declaración de principios” en donde haga el rayado de cancha de lo que será su eventual gobierno? Lógicamente no podrá dejar conformes a todas las colectividades que ven en ella a la persona que realizará su agenda más profunda. Deberá definir si su gobierno hará las “grandes transformaciones pendientes” a través de la vía institucional actual -como ha planteado el senador Camilo Escalona y la DC-, o a través de una asamblea constituyente, como lo promueve el PC y sectores del PPD. Si impulsará el fin al lucro en la educación particular subvencionada, o apoyará el emprendimiento de varios militantes de los partidos de la Concertación que tienen una extensa red de colegios de ese tipo. Si incluirá al Partido Comunista en un eventual gabinete o, buscando el apoyo del presidente de la DC, los marginará. Y así con muchos otros temas.
No hay que ser experto para vaticinar que una vez que tome esas definiciones, el apoyo ciudadano y de los partidos hacia su candidatura sufrirá una importante merma. Es muy fácil mantener altos niveles de aprobación cuando se mantiene un estricto ostracismo sin definir postura en ningún tema.
Fernando Ávalos P.