¿Qué pasó con Chile?
Señor Director:
Fácil. Se pretende cambiar radicalmente un modelo que –si bien es perfectible–, ha funcionado mejor que cualquier otro modelo en la historia de Chile. Esto no sólo es válido para los más ricos, como algunos pretenden pensar y hacer creer al resto, sino que también para los más pobres. ¡Para todos ha funcionado! Pero nuestras autoridades, tocadas con un mandato celestial, pretenden ir contra viento y marea para imponer su forma de pensar. La mayoría no debe atropellar a la minoría (colocándonos en el lugar de la minoría entenderemos porqué), pero ni en ese caso estamos, pues nuestra primera autoridad ni siquiera fue electa con mayoría.
A ello se suma la crisis de legitimidad que sufre nuestra clase política, por lo que difícilmente cualquier cambio que emane de ella gozará por mucho tiempo de apoyo. Lo anterior se seguirá produciendo con el paso del tiempo, y seguiremos viendo y sufriendo los efectos negativos de las reformas que forzosamente se han ido imponiendo. Luego tendremos una nueva ronda de modificaciones.
Nada de esto ayuda a la confianza. Pero presumo que se está yendo tan lejos con el primer error que se cometerá el segundo al no dar pie atrás en el equivocado camino que se está trazando. Los indicadores económicos están construidos para apoyar la correcta toma de decisiones y revertir las incorrectas, pero hasta ahora no parecen ser mirados. En otras palabras, estamos conduciendo el automóvil con los ojos vendados y con el pie firme en el acelerador. El piloto ni siquiera escucha a las personas de afuera.
Félix Berríos Theoduloz, Magister Economía, PUC
Ofrecimiento de cargos y buena fe
Señor Director:
Ante la declaración de la Presidenta Bachelet de que "cuando se ofrece un cargo se busca la información pública disponible y se funciona en base a la buena fe de las personas" y considerando todos los problemas con las designaciones que se han conocido, cabe la pregunta, ¿será prudente aún funcionar en base a "la buena fe" de las personas para llenar cargos públicos que influyen marcadamente en todos los chilenos, en forma y en fondo, cuando al mismo tiempo cualquier chileno o chilena que postula a un trabajo, como por ejemplo para "repartidor de pizza en moto" o "cajera de supermercado" respectivamente, quienes los analizan lo que menos aplican es "la buena fe"?
La mejor prueba es la cantidad de test, psicológicos, psicotécnicos, de salud, conocimientos específicos, etc., profundos análisis de sus antecedentes personales, financieros e incluso le preguntan si tienen familiares trabajando en la empresa y corroboran sistemáticamente si los datos de currículos son verdaderos y otros.
Definitivamente los hechos han demostrado que urge crear estrictos procesos para seleccionar los futuros funcionarios públicos de confianza, dejando el uso de "la buena fe" para otros asuntos de menor implicancia para todos los chilenos.
Luis Enrique Soler Milla
La guinda de la torta
Señor Director:
Faltaba ponerle la guinda a la torta.
Cómo pudo ser que la ANFP haya permitido que la selección nacional de fútbol y el señor Sampaoli se hayan permitido recibir a un gremio que esta en huelga. Qué significa esto de mezclar la ANFP con la contingencia política del país. Creo que la FIFA ya tiene bastante problemas para que la ANFP haya permitido este encuentro que a todas luces es de índole político. El señor Sampaoli, terminando la Copa América, debería irse para su casa.
Pedro Pablo Molina Wood
Buena fe-intuición
Señor Director:
Así como se están dando las cosas, en este gobierno ya no basta que las decisiones trascendentales se tomen solamente "de buena fe" o intuitivamente.
Ricardo Vergara Muñoz