Cartas al Director

Señor Director:


Hace algunos años atrás, el profesor de biología de un colegio de la Región Metropolitana invitó a sus estudiantes escribir una carta a sus padres contándoles lo que habían aprendido y la valoración de la clase para ellos, como actividad de cierre de su asignatura.

Luego de leer y revisar cada carta, el profesor identificó que uno de sus estudiantes tenía problemas personales que comunicó, discretamente, a sus padres…
El tiempo dio la razón al profesor, en verdad el estudiante tenía problemas y sus padres pudieron abordarlo a tiempo, gracias a la acción oportuna de este profesor.

Un profesor no sólo debe saber sus materias al dedillo. Su rol no debe estar remitido a ese ámbito del saber -y en ese marco evoco la Prueba Inicia-, sino además debe diseñar actividades que permitan identificar potencialidades y dificultades para aprender, diseñar actividades que promuevan la creatividad, la formación ciudadana y la cultura.

En adición, el saber de un profesor está en desplegar tipos de conocimiento para la promoción del aprendizaje con sentido y valor para cada niño y niña. Implica también recoger información variada en la interacción con los estudiantes en distintos contextos.

En ese marco, el saber de profesor no se restringe a tipos de materia, sino además a la capacidad de “leer” el entorno para la toma de buenas decisiones, eso caracteriza al profesor y, sobre ello, debemos intensificar la discusión.



Eduardo Ravanal


Director Magíster en Didáctica de las Ciencias Experimentales Universidad CentraL 




Señor Director:


En el trascendental estudio “Orientaciones estratégicas para la innovación. Surfeando hacia el futuro”, que el Consejo Nacional de Innovación entregó recientemente al presidente de la República, se plantea la crucial necesidad de un cambio cultural nuestro.

Creo factible modificar nuestra manera de hacer las cosas cuando comprendamos que está en juego nuestra supervivencia en este cambio de era.

El capital humano es nuestro principal recurso y hay múltiples maneras para aprovecharlo mejor.

Así lo han hecho exitosamente otros países, ¿por qué no nosotros?.



PATRICIO FARREN




Señor Director:


Muy afortunados hemos sido los chilenos este año con los feriados de septiembre. Sin duda que llegado el mes de la patria el ánimo cambia, muchas personas esperan ansiosos los cinco días libres para descansar, en tanto otros se predisponen a celebrar como dios manda las Fiestas Patrias, ambos objetivos igual de legítimos.

No obstante a que todos tienen derecho a celebrar y sin el ánimo de ser aguafiestas me veo en la obligación de pedir a los que ya se propusieron desenfrenarse a cambiar el plan y pasar un 18 sin excesos, primero por su salud personal y luego por resguardar la seguridad del resto de los ciudadanos. Cabe recordar que tanto comer como beber sin límites trae nefastas consecuencias. Comer sin limites puede provocar gastritis, acidez y somnolencia, este último puede incluso tener fatales resultados ya que una persona que comió en exceso puede quedarse dormida mientras maneja. 
Por su parte, terminar las fiestas en estado de ebriedad puede causar desde peleas callejeras, por el cambio de ánimo y furor que sienten los ebrios, hasta una intoxicación etílica que compromete el estado de conciencia incluso llevando a la muerte en algunos casos. Además, ya está más que difundido que la ley es tolerancia cero al alcohol pero aun así hay quienes insisten en manejar bajo los efectos del alcohol pudiendo provocar accidentes con resultado de muerte. No olvidemos que durante el año pasado en esta temporada murieron 32 personas y en el 33% de los casos había presencia de alcohol.



Julia Ortiz


Subdirectora de Escuela de Salud AIEP