Señor Director:
El actual gobierno propuso la conexión del Sistema Interconectado Central (SIC) con el Sistema del Norte Grande, iniciativa que no prosperó. Pero el SIC, como bien lo señala en su carta del 3 de julio el Sr. Darío Torrealba, no es un verdadero sistema internamente conectado a cabalidad, puesto que tiene una conexión interior imperfecta e insuficiente. En efecto, la rigidez de la regulación actual (denominada N-1) no le permite transmitir más de 1.200 MWh en la línea que une las subestaciones Charrúa-Ancoa -que “conecta” la zona central con el sur-, lo que está causando graves perjuicios tanto a los productores de energía del sur por concepto de ingresos, como a los consumidores de la zona central por concepto de costos desde hace tiempo, dadas las diferencias que inevitablemente se producen entre los costos marginales entre ambas subestaciones encareciendo la energía del centro.
La capacidad de generación instalada en la zona sur (al sur de Charrúa) se estimaba en 2.800 MWh a diciembre de 2012 y con las nuevas generadoras, a diciembre de 2013 se estima será de aproximadamente 3.800 MWh; el consumo en línea del área sur se estima de 800 a 900 MWh; de lo anterior se observa la absoluta insuficiencia de la conexión de energía hacia el centro donde está el grueso de los consumidores. Esta grave situación no es sino una fracción del profundo fracaso de la “política energética” que se viene aplicando en Chile desde hace más de un decenio, que la actual administración ha sido absolutamente incapaz de revertir, ya sea por falta de iniciativa o por bloqueo parlamentario, y por los anuncios que se escucharon en días pasados de algunos candidatos no se vislumbra por dónde ni a qué plazo se pueda progresar.
Joaquín Melgarejo G.
Señor Director:
Parece a lo menos sorprendente que un programa de TV haya gatillado la orden dada a las empresas de telecomunicaciones de suspender de inmediato la comercialización de sus servicios a través del sistema de ventas telefónicas (resolución de la Subtel publicada en el Diario Oficial) Algo está fallando en la institucionalidad vigente destinada a la protección de los consumidores, al no haber actuado proactivamente en esta materia.
RICARDO VERGARA MUñOZ
Señor Director:
El Sr. Ariel Meller se pregunta después de 40 años porqué si en el golpe de estado recién ocurrido en Egipto no se bombardeó, ello ocurrió el 73 en Chile. Esta pregunta, hecha de buena fe, sólo puede provenir de alguien muy ajeno al Chile del 73, que desconocía el nivel de armamentos, milicias entrenadas, cordones industriales armados, etc. que había organizado la extrema izquerda y que ocasionó más de 800 militares muertos. Tampoco el depuesto presidente de Egipto disparaba contra los militares una ametralladora, como lo hizo Allende.
Estas y muchas otras son las diferencias que explican las preguntas del Sr. Meller, sólo se le puede desear al gobierno militar de Egipto que logre ordenar ese caótico país como lo hizo el de acá y que si dictan una constitución, ella esté voluntariamente vigente en 30 años más, con el país ordenado y progresando.
Juan Ariztía M.
Señor Director:
Don Víctor Grimblatt Hinzpeter pretende justificar el doble standard de cambiar el nombre a la Av. 11 de Septiembre y no a las calles “Salvador Allende”, porque Allende habría sido elegido y el general Pinochet “tomó el poder”. Ese es un criterio muy insuficiente no sólo para tener nombres de calles, sino incluso para mantenerse en el poder. Con ese criterio podría haber estatuas y calles con el nombre de Hitler -elegido democraticamente- y cualquier intento por derrocarlo marecería ser condenado por el Sr. Grimblatt.
Los militares tomaron el poder en Chile bajo el ruego angustiado de la ciudadanía, después que el Congreso, los Tribunales y la Contraloría lo declararan actuando fuera de la ley, siendo apoyados posteriormente entre otros por los ex-presidentes Frei y Aylwin, según consta en documentos públicos.
Lorenzo Maldonado G.