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Cartas

Cartas al Director

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 21 de octubre de 2014 a las 05:00 hrs.

Embajador en Uruguay


Señor Director:

Con las disculpas del embajador Contreras el Gobierno dio por terminado el controvertido episodio protagonizado por sus declaraciones en Uruguay, con lo cual vuelve a ejercer sus funciones.
No solo resulta difícil creer en la sinceridad de dichas disculpas, más aún después de los dichos del diputado Teillier en que ratifica parte de lo declarado por Contreras, sino que no se logra entender cómo se le permitió seguir representando al país cuando este señor perdió toda credibilidad. Primero denostó a los empresarios, a la derecha y a la DC, enseguida intentó responsabilizar al medio uruguayo por publicar una conversación privada y finalmente cuando lo llaman a informar dice que todo lo anterior no es lo que quiso decir y por ello ofrece sus impuestas disculpas públicas para mantenerse en el cargo.
¿Qué va a decir el embajador a su regreso a Montevideo? ¿Cómo queda la imagen de Chile en el exterior y particularmente en Uruguay?
Es lamentable la decisión del gobierno el mantener en su cargo a este personaje que más que representar a Chile, pareciera estar representando los intereses de su partido, el PC.

Jaime Jankelevich W.

Ley de Seguridad


Señor Director:

El gobierno ha invocado la Ley de Seguridad del Estado a los camioneros de Maule y La Araucanía. Me parece bien cuando contravienen la ley, perjudican a la ciudadanía o afectan la marcha normal del país, pero me extraña que cuando ocurren cosas o paros más graves y que perjudican muchísimo y gravemente a la gente y miles o cientos de miles personas, la Presidenta, ministros y autoridades en general no toman medida alguna.
Me refiero a los siguientes hechos que suceden casi a diario: paros en los hospitales y salud en general, en que no hay intervenciones quirúrgicas, no se atiende a los enfermos, no se les entregan sus remedios y se pone en riesgo la vida de personas; paro en Registro Civil durante un mes, casi 17 millones de personas perjudicadas en diferentes e importantes trámites; Servicio Médico Legal, semanas, varias veces, con todo el grave y triste problema que se genera a cientos de familias; y tomas de colegios y universidades, en que un 2% o 4% deja sin estudiar al otro 98% o 96% que no sólo quiere y tiene el derecho estudiar, sino que el Estado tiene la obligación de darle educación. Lo anterior a veces con el agravante que las tomas tienen el apoyo de las alcaldesas (es) o rectores.
Tampoco usan la mencionada ley cuando paran los puertos por semanas o meses con todo el daño que hacen al país, etc. No hay duda que depende de qué lado o tipo de gremio haga el paro, el gobierno apoya o sanciona los paros.

Olga Cuevas Camarda


La paradoja de Arenas


Señor Director:

Estando Alberto Arenas en Europa, el Financial Times publicó un artículo usando la misma frase del Banco Mundial y FMI: Chile es la economía que encarna mejor la “nueva mediocridad” actual. Chile pasó de crecer un 5% anual en el gobierno anterior, a un 2% en 2014 y 3,6% en 2015. El ministro de Hacienda se alegra y conforma con eso. Va a hacer crecer el gasto del Estado casi en 10 puntos; paradojalmente el gasto en el proyecto emblemático, la educación, crece lo mismo que en años anteriores. En 2009 el gasto fiscal aumentó un 16,5% y el PIB cayó un 1%.
El ministro no entiende que Chile ha experimentado la mayor caída de la inversión de todo el mundo, inclusive mayor a la de Venezuela, debido a las expectativas de los agentes económicos, que ven a un gobierno que quiere refundar y estatizarlo todo. El 7% de salud pasará a formar parte del nuevo Fondo Único y un Seguro Nacional de Salud, es decir la estatización de las cotizaciones de salud; de los políticos de derecha como de costumbre podemos esperar lo que hacen siempre -nada- salvo tratar de zafar y explicar lo inexplicable, ej. el caso Penta. Pretender satanizar el lucro y al empresariado y después pedirles que inviertan es no entender nada de nada; quitarles US$ 8.300 millones y creer que el Estado puede hacer una mejor asignación de los recursos es, por lo menos, paradojal.

Ricardo López Bisquertt

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