Aclaración de Mario Marcel
Señor Director:
En un artículo publicado en su edición del lunes 22 de agosto se me menciona como integrante de un grupo de asesores del Partido Socialista en materia de pensiones. Al respecto quisiera aclarar que no formo parte de una instancia de estas características, no he participado de reuniones al efecto y, en general, no integro ningún órgano asesor de un partido político en esta u otras materias. Mis opiniones sobre temas económicos y de política pública están actualmente enmarcadas por mi carácter de Consejero del Banco Central de Chile, entregándolas a través de los canales que admite su Ley Orgánica.
Mario Marcel
Consejero, Banco Central de Chile
Encuesta CEP
Señor Director:
Es vergonzoso que la máxima autoridad política de nuestro país alcance un 15% de aprobación según la encuesta CEP.
Parece que las señales que nos han dado los sondeos de las encuestas durante el gobierno de Michelle Bachelet, son más que suficientes para recordar que todo sistema tiene fallas y que debemos dejar de mirar a la democracia como un “valor” en sí mismo, sino que entenderlo como medio para la toma de decisiones.
Por otro lado, ahora que se acercan las elecciones municipales esperamos que los chilenos hagamos buen uso de nuestro derecho a sufragio, para no seguir cometiendo los mismos errores una y otra vez. Debemos ser responsables con la obligación que todo derecho supone, en este caso: elegir a los mejores candidatos para gobernar, no a los candidatos que más prometen dar.
Criss Mariana Delgado
Fundación Ciudadano Austral
Planificación urbana
Señor Director:
La Región Metropolitana tiene 52 comunas, cada una con una visión distinta de ciudad. Esta multiplicidad de maneras de ver el problema urbano trae consigo el mismo número de “soluciones”, que se traducen en Planes Reguladores Comunales. Lo que es común entre ellos es su falta de concordancia de unos con otros, dando como resultado una ciudad poco unitaria, disgregada, segregada y contradictoria, sin espacios públicos de calidad.
Todos queremos desarrollo, “¡pero no en mi barrio o en mi cuadra!”. Entonces, se produce un conflicto entre comunidad y desarrollo inmobiliario. Éste da respuesta a necesidades reales del público, pero como vecino quiero un modelo de desarrollo que no se ajusta a la realidad. La autoridad comunal, para “proteger” a los vecinos, congela la comuna en espera de generar un nuevo plan regulador. Es ahí donde se detiene el desarrollo, el crecimiento y las soluciones adecuadas a la realidad.
A todos les gustaría generar instrumentos de planificación que produzcan edificios bajos con departamentos grandes, o casas de gran tamaño en lotes más grandes. Esta aspiración desconoce la realidad económica, social y demográfica de los vecinos de la comuna y del país.
La conformación de la familia ha cambiado, reduciéndose de tamaño, y con una creciente cantidad de personas que viven solas, adultos mayores con expectativas de vida más larga, etc.
Ante este panorama debemos reaccionar: ¿qué ciudad queremos?, ¿el desarrollo debe ser por extensión, densificación, sistema mixto?, ¿un sistema centralizado o ciudad multifuncional?
Estas preguntas deben ser pensadas por todos los actores, públicos y privados, para que las respuestas creen un marco de referencia que tenga la capacidad de adecuarse a los cambios, producto de una planificación meditada y consensuada entre los expertos. De otro modo, seguiremos conviviendo 52 mini ciudades que no conversan entre sí.
Rafael Pinochet B.
Arquitecto y socio de ISA Inmobiliaria