Señor Director:
Desde hace días que escucho a políticos chilenos hacer comparaciones sobre el caso de Chile (1973) y de Venezuela (2014). Y a bastantes otras personas les ha parecido atractivo y popular relacionar ello para tener “algo que decir” durante la semana. A mi parecer todo tipo de comentarios sobre paralelos históricos del Chile “post-pronunciamiento militar” a la situación “caribeña” actual, no implica otra cosa que una manipulación irresponsable de dos situaciones bastante similares.
Y no ha sido poco provechoso para quienes en política tienen bastante que ganar apareciendo en la prensa, dando este discurso superficial. Creo que el paralelo es (más) comparable a lo acontecido durante el mandato de Salvador Allende.
Sebastián Espíndola Yáñez , Estudiante de Derecho UNIVERSIDAD BERNARDO O´HIGGINS
Señor Director:
La vuelta a clases representa para muchas familias con hijos el retorno a la rutina “normal” del año y, como todo proceso vital, implica un cierto grado de estrés que requiere re-adaptaciones en todo el grupo familiar. Dentro de los aprontes para el inicio de clases es importante reconocer que nuestro organismo necesita retomar paulatinamente el ritmo antes de obtener un rendimiento óptimo, por lo que no basta con acostarse temprano el día o fin de semana anterior; los ritmos de sueño-vigilia, alimentación, esfuerzo físico y cognitivo deben prepararse con una o dos semanas de anticipación, idealmente.
Esto implica volver a los horarios para acostarse y levantarse lenta, pero sistemáticamente, lo mismo con los horarios de comidas y colaciones, y también con pequeñas tareas físicas e intelectuales. Puede ser la práctica de algún deporte, leer cuentos y comentarlos, realizar algún juego que requiera sumar o contar, lo que sea acorde a los intereses y preferencias de cada uno, pero que represente una exigencia. También es recomendable limitar el uso de video juegos y televisión, acercándolos a los horarios en que se permitirán en la época escolar.
Otro aspecto es la planificación de la rutina, que va a significar ajustar tiempos, gastos, necesidades y objetivos a alcanzar en este nuevo año. Resulta beneficioso y aliviador fijarse metas a conseguir en la escuela (u otro plano), por ejemplo si hay que subir el promedio o alcanzar algún nivel académico, mientras más clara y objetiva sea la meta, más fácil será reconocer los pasos necesarios para conseguirla. Lo fundamental es que el objetivo sea realista y claramente identificable. Cabe destacar que mientras más pequeños son los niños, más concreta y clara debe ser la meta. También es importante centrarse en las actitudes o acciones específicas deseables, es decir, en lo que sí queremos lograr, por ejemplo, una anotación positiva, hacer un nuevo amigo/a, etc., reconocer los intereses de cada niño y, por supuesto, valorar sus esfuerzos y logros. Es necesario recordar que estas metas van variando y haciéndose más complejas a medida que los niños crecen, trasladando paulatinamente la responsabilidad hacia ellos en el período adolescente.
Un detalle es que todas las adaptaciones y planificaciones se realicen de manera conjunta y participativa, sin olvidar que son los adultos los que tienen la responsabilidad de fijar normas y límites, pero los niños deben ser partícipes de estas normas y contribuir en su justa medida a la aplicación.
Lucía Valenzuela Carrazola , Jefa de carrera Psicología, UST Puerto Montt
Señor Director:
Gran noticia la captura del deleznable líder mafioso “El Chapo”, pero lamentablemente, será sucedido por otro criminal. Basta revisar el mapa de las mafias en México para entender que es el Estado quien está absolutamente capturado.
GABRIEL GUILOFF