Cartas al Director

Señor Director:


Se habla mucho de las ganancia de las Isapres, pero no se dice nada sobre los excesivos cobros que hacen las clínicas del sector privado. Todos sabemos que un día en una UTI puede llegar a los $ 850 mil más IVA, tarifas superior a una noche en un hotel de lujo, en una ciudad cara. Conocemos que en las intervenciones quirúrgicas las clínicas cobran absolutamente todo lo usado en la operación y muchas veces con un sobreprecio. Un medicamento usado en una clínica puede costar hasta un 100% del valor del mismo medicamento en una farmacia. Esto se produce porque no hay regulaciones ni fiscalizaciones. Cierto es que las Isapres pagan un alto porcentaje de las intervenciones quirúrgicas, según sea el plan de salud del enfermo, pero la mayoría de las veces el valor total sube considerablemente por los cobros de las clínicas. Es hora que el gobierno mediante el Ministerio de Salud y los políticos establezcan regulaciones mas estrictas y se fiscalice de una vez por todas estos “ excesos” en los cobros que generan ganancias “excesivas”.

William Soto



Señor Director:


El 98 % de la energía que requiere el sector transporte en Chile proviene del petróleo, producto de precio altamente inestable y de suministro incierto en el mediano y largo plazo. Esto ha creado una situación de alta vulnerabilidad para la economía nacional. La solución pasa por disminuir la dependencia de este energético y en ningún caso por la eliminación del impuesto específico que sólo contribuiría a estimular el consumo. Se puede aceptar una disminución transitoria de dicho impuesto como una solución de emergencia para atenuar las fluctuaciones, tal como está contemplado con el Sipco (Sistema de Protección al Contribuyente ante las Variaciones en los Precios Internacionales de los Combustibles). Si este mecanismo no ha dado los resultados esperados se puede modificar, pero una solución de fondo requiere cambios estructurales en el sistema de transporte, tanto en el de carga, como en el de pasajeros, que pasa por hacerlo más eficiente.

Ernesto Águila Mancilla



Señor Director:


A propósito del entusiasmo en las esferas políticas por la aprobación sobre la extensión del postnatal, es importante considerar los efectos que esto puede tener en el empleo. Los estudios dan cuenta de la baja participación de las mujeres en el mercado laboral chileno. Es un hecho que la mayoría de los cargos directivos están en manos de hombres.
En más de 10 años que llevamos buscando altos ejecutivos para empresas es frecuente que para determinados cargos se prefiera contratar hombres, no porque se les considere más capaces ni porque trabajen mejor, tampoco porque tengan mayor liderazgo; sino por el expertise que algunos cargos requieren es difícil de reemplazar temporalmente. Además, a los eventuales cambios que podrían ocurrir en la dedicación o compromiso emocional de la mujer con su trabajo, una vez que inicia su embarazo, se une la pérdida de contacto con su quehacer laboral. Si pasamos a un postnatal de seis meses y sumamos el prenatal, son ocho meses de desconexión total que dificulta retomar el ritmo y productividad.
Frente a esto, es probable que los empleadores opten por hombres. La posibilidad de que ellos se ausenten por un largo tiempo es menor y, en ese sentido, su productividad estaría casi asegurada. Y aunque este razonamiento aparece como muy machista y discriminatorio, me ha sido planteado en diversas ocasiones, en privado, por mujeres ejecutivas que también prefieren contratar a un hombre para determinados cargos.
En fin, no sé si tanta alegría por el acuerdo sean buenas noticias para las mujeres que quieren encontrar un trabajo.

Cristián Duarte B.
Gerente General Transearch Chile - Grupo PayRoll