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Alto contraste
Ser liberal
Señor Director:
En carta de ayer el lector Cristián Palacios afirma que no se puede ser libres sin un cierto nivel de educación y salud. Si eso es así, entonces ninguno de nuestros antepasados fue libre, pues antes de la revolución industrial el 99,9% de la población mundial vivía en condiciones de extrema pobreza donde no había ni educación ni salud ni nada parecido al bienestar que conocemos hoy. Habría que concluir entonces, que nuestros antepasados europeos, desde la carencia total de libertad y capacidades, fueron capaces de detonar el proceso de creación de riqueza más formidable de la historia humana. Esto es un evidente contrasentido, pues la riqueza lógicamente no puede ser la condición necesaria para la creación de riqueza. En otras palabras, para que haya un mínimo de salud y educacion como exige Palacios, se requiere de cierto nivel de riqueza que haya sido creado previamente por quienes no tuvieron ni lo uno ni lo otro. Salvo claro, que pensemos que la educacion y salud son bienes que provee la naturaleza de manera espontánea como ocurre con el aire. Dado que no es así, resulta claro que la condición original para la creación de riqueza -educación y salud incluidas- necesariamente es y fue la libertad para emprender y perseguir sus fines de aquellos que vivían en la miseria. Axel Kaiser
Santiago a la deriva
Señor Director:
En septiembre se cumplen 30 meses desde que asumió el actual gobierno. Lo hizo encabezado por un reconocido emprendedor. Es innegable la cantidad de transformaciones que se están llevando a cabo, impulsadas por todos. Pero falta algo. Cerca del 90% de los chilenos vivimos en ciudades. Santiago concentra más del 30% de éstos y es faro para el quehacer urbano del país.
Falta la Gran Obra Urbana, la que involucre a toda la ciudad. Intervenciones esporádicas de obras en distintas partes no generan un todo, sino una suma de intervenciones no relacionadas. Falta “un relato” de la ciudad que queremos.
Incentivar la inversión privada para temas como deterioro v/s renovación, extensión urbana etc., es la tarea de la autoridad. No más ciudades para US$ 5 mil per cápita, sino para US$ 15 mil per cápita. Son otras las demandas y no se pueden crear urbes para el siglo XXI con dirigencias del siglo XX e ideas del siglo XIX.
Un viaje de 10 mil kilómetros comienza con un primer paso. Es una oportunidad que no tiene dueño. Se requiere la visión del gran Estadista.
Pablo. L. Ossa
Enersis
Señor Director:
Algunas cosas están claras del caso Enersis: 1. La acción cayó 16% en dos días destruyendo US$ 1.800 millones en valor bursátil para los accionistas de Enersis.
2. El valor bursátil de ENEL su controlador subió esos mismos días.
3. El monto del aumento de capital fue “cuadrado” para que el 60,6% del aumento de capital fuera exactamente el valor de los activos aportados según valoracion del perito.
4. El saldo del aporte -US$ 3.158 millones- en consecuencia es una diferencia y no tiene un uso claro. Por ello, este exceso de caja afecta negativamente el valor de la acción de Enersis dado que podría llevar a mal invertir este exceso de liquidez.
5. El aumento de capital en especies claramente es una operación entre parte relacionadas al ser el controlador el que aporta sus propios bienes.
Lo anterior lleva a concluir que la operación como fue planteada es mala para Enersis y sus accionistas. Sin embargo, se puede encontrar una solución favorable para los involucrados. La solución pasa por bajar el valor de compra o aporte de los activos a un valor tal que la acción de Enersis recupere su valor. El mercado ha dictaminado ya cuál es ese valor: US$ 1.800 millones menor a lo propuesto. es decir los activos deben ser aportados en US$ 3.062 millones, y el aporte en efectivo debe bajar a US$ 1.990 millones. ENEL “pierde” 39,4% del menor valor dado que como accionista del 60,6% de Enersis se favorece con 60,6% del menor valoración de aporte en especies.
Paul Fontaine B.
