Señor Director:
Estamos a la espera de los resultados oficiales de la Encuesta Casen. Fuentes de gobierno han señalado que la pobreza nacional se ubicaría en un rango entre el 15,1% y 18%. El mismo análisis apuntaría como responsable principal de este incremento al alza en los precios de los alimentos durante 2011. Para 2009 la canasta costaba $ 32.067, en la Casen 2011 esta subió a $ 36.049. Al multiplicar por dos el valor de la canasta básica de alimentos se obtiene la línea de la pobreza, se supone que al duplicar el monto, las personas pueden satisfacer el resto de sus necesidades básicas, como transporte y vestuario. Así, la línea de pobreza subió de $ 64.134 en 2009 hasta $ 72.098 en la Casen 2011.
De confirmarse lo anterior, contrastaría con el 6% de crecimiento económico que enorgullece a Chile para 2011, mostrando una vez más que el crecimiento no llega a todos y especialmente a quienes más lo necesitan. Sin embargo, el crecimiento no genera por sí solo efectos de corto plazo y necesita de políticas socioeconómicas eficientes para direccionar sus frutos hacia los sectores con más carencias de la población. En ese sentido estas cifras preliminares de pobreza son un llamado de atención y luz roja de que hay que mejorar fuertemente la calidad y efectividad del gasto social para que la torta más grande llegue a la gran mayoría de los chilenos.
Patricio Ramírez
Director de Ingeniería Comercial Universidad Autónoma de Chile
Señor Director:
Luego de conocido el epílogo del caso “bombas”, en que han quedado en libertad los 14 acusados, no podemos dejar de plantearnos un par de preguntas básicas, a pesar de los posibles errores o defectos de las pruebas o incluso invalidez de muchas de ellas en éste caso presentadas por la parte acusadora. ¿Cómo es posible que ni siquiera uno haya sido encontrado culpable o con algún grado de culpabilidad? ¿o estaban absolutamente equivocados en relación a los posibles responsables?, ¿es que realmente hubo una mala gestión de la fiscalía o parte acusadora o hay vacios legales enormes para juzgar éste tipo de delitos de enorme importancia o lisa y llanamente hay un problema de forma en el proceso, que no se ha considerado y no de fondo? Es extraño lo acontecido y muy difícil de entender, máxime que el tipo de delito y de quien lo comete tendría el carácter de un acto terrorista con homicidio frustrado.
José Manuel Caerols Silva
Señor Director:
Los profesores John Cobin y Richard LeBoeuf han escrito uno de los libros más desafiantes del pensamiento ortodoxo y ubicuo de economía política: La benevolencia del gobierno. Una gran mayoría cree que los gobernantes y los funcionarios del sector público tienen como preocupación principal el bien común. El libro hace añicos esta idea “romántica” del papel del gobierno. Un moraleja común en el periodismo es “siga la plata” para dar con los culpables. Y eso es lo que hacen los autores, demuestran que en cada política pública hay ganancias pecuniarias sustanciosas que se realizan sólo cuando los potenciales ganadores se apegan a los presentes o futuros gobernantes. Aunque los autores una y otra vez sostienen que los economistas no juzgan estas ganancias como “buenas o malas”, sí dejan claro que hay ganadores y perdedores y los últimos son la mayoría. El libro tiene un apéndice muy ilustrativo de cómo se “juega” esto en la vida real y por ello su título: The Rent Seeking Game (el juego de la búsqueda de rentas). Espero que pronto salga una edición en castellano, porque es un libro que no puede faltar ni de las aulas ni de las bibliotecas públicas o privadas.
Franklin López Bueñano, Ph.D.
Profesor jubilado de Tulane University, Nueva Orleans.
Señor Director:
Entiendo a Insulza y su obsecuencia con el ALBA: la tradición histórica de la OEA siempre ha sido destacarse por su irrelevancia...
Gabriel Guiloff