Señor Director:
“Aquí no hay un giro ni a la izquierda ni a la derecha. El único giro que estamos viendo es un giro ciudadano…”, declaró doña Michelle Bachelet luego del apoyo otorgado por el PC a su candidatura, durante la visita de la directiva a su comando de campaña. ¿Será que el PC cambió su nombre a Partido Ciudadano?
Jaime Jankelevich W.
Señor Director:
¿No será que los encapuchados están pidiendo vacaciones gratuitas para todos en vez de clases gratuitas?
Jorge nazal musa
Señor Director:
Es más que sabido que existen problemas energéticos para las industrias y de regadío para los agricultores, lo que impacta en la economía y en el PIB. Por tal motivo se han bombardeado las nubes desde hace una par de años. No obstante ello, cuando llueve en Santiagzo queda la embarrada, se producen accidentes, familias damnificadas, suspensión de clases y ausentismo laboral. Por ende, ¿no será mejor calcular el “trade off” entre ambas situaciones en cuanto al impacto de la productividad del país y así elegir la mejor alternativa?
Francisco Abarca Tuzzini
Señor Director:
Llama la atención el uso indiscriminado del término “líder”. Usado para denominar a cualquiera que se destaque, encabece una contienda, dirija una organizacion, encabece a un grupo de delincuentes y otros, una banda de músicos, etc.
Otros hablan de “crear liderazgos” y los más osados se autodenominan como líderes de un grupo o equipo.
Para qué hablar en la política, ahí sí que estamos llenos de “líderes”.
Antes se les denominaba como punteros del campeonato, jefes, encargados y denominaciones más modestas.
Ser líder es algo muy complejo y profundo que merece más respeto e importancia. Lo que hay ahora, son más bien, líderes de papel.
Fernando Vigorena
Señor Director:
Quizá en períodos electorales resultaría sano reeditar en todo el país la instalación de Nicanor Parra, el “Pago de Chile”, en el cual están todos los presidentes de nuestra historia colgados del cogote. Recordaríamos a todos los candidatos la importancia del sentido del humor y también cuál es nuestro íntimo sentimiento cuando el debate no está a la altura de las circunstancias...
Gabriel Guiloff
Señor Director:
Hace un mes me vine a vivir a La Dehesa, por la necesidad de acercarme al colegio de mis hijos. No ha sido fácil. Antes vivía en San Carlos de Apoquindo, donde había vida de barrio, fraternidad vecinal, seguridad, sencillez, respeto entre los automovilistas, entre otras ventajas.
Pero sin lugar a dudas, lo que más me sorprendido negativamente de este nuevo lugar es la forma en que se relacionan las distintas clases sociales. De verdad, escalofriante. Desde algunas asesoras de hogar (no me atrevo a generalizar) que me ha tocado llevar a dedo porque la locomoción es pésima y sus patrones no se dignan a acercarlas a la civilización ni en días de lluvia ni para los feriados, hasta los maestros, jardineros, choferes, entre otros, que sufren humillaciones a diario.
¿Qué pasa con todos ellos? Lo voy a explicar con un ejemplo concreto. Hace unos días tomé el colectivo de la Dehesa un poco más temprano que de costumbre. El auto venía con maestros y una nana. Curiosamente nadie hablaba. Hasta que lo hice yo para romper el hielo. Me puse a conversar con un maestro que me respondía en un tono bien bajito. “Es que adelante no nos dejan hablar”, me confesó.
De a poco se fueron soltando todos, hasta el chofer del colectivo se incorporó. En sus palabras había un notorio resentimiento, y ¿cómo no? Es triste evidenciar como la desigualdad y la discriminación ya es parte hasta de los códigos de comportamiento del transporte de esta comuna. Yo comparto lo que viví, para poner el tema sobre la mesa y crear conciencia.
FRANCISCA VALDIVIA CORSSEN