Señor Director:
En la misma línea de las declaraciones que Horst Paulmann emitió durante la visita del ministro de Economía a Costanera Center, propongo que en las cercanías de cada nudo vial que tenga problemas de congestión en horas peak se proyecte un mega centro comercial. De esa forma, tal como lo explicó Paulmann, las personas que trabajen en oficinas cercanas a esos nudos y deban pasar por ellos luego de terminada su jornada laboral, en lugar perder tiempo y paciencia inmersos en el taco, podrán invertir ese mismo tiempo dando vueltas por los pasillos del mega centro comercial vecino, examinando las vitrinas y consumiendo productos, hasta que pase la hora punta, para luego, sólo un par de horas después del horario habitual para llegar a compartir con la familia, volver de manera expedita a sus hogares. Bonita solución.
Juan Luis Hernández Viera
Señor Director:
En relación al artículo aparecido el viernes 6 de julio, titulado “Retraso de Hidroaysén le costará al país hasta US$ 388 millones anuales”, quiero aclarar que la cita “El costo para el sistema, dicen los expertos, vendría por la utilización de otras fuentes de generación y eventualmente, en situaciones críticas, dictar racionamiento eléctrico al no tener dichas fuentes disponibles. Además, otro efecto de esto es que el país se vuelve más pobre y se torna menos competitivo con otras naciones” no corresponde a la opinión de los especialistas de la Universidad de Chile que participamos en el estudio, ni a una frase extraída del mismo. Asimismo, en lo relativo a los costos a los que se hace mención, es necesario precisar que el estudio de la U.de Chile no se refiera a costos anuales, sino al costo del retraso en un año (o más) de cada proyecto, respecto de la fecha estimada de entrada al sistema y en un horizonte de evaluación a 2030. En ese contexto, los retrasos actuales podrían ser irrelevantes respecto de la fecha de entrada en operaciones del proyecto.
Pilar Moraga
Abogada, Dr. en Derecho. Investigadora Centro de Derecho Ambiental-Facultad de Derecho-Universidad de Chile
Señor Director:
Es extraño que se plantee que la fiscalización en épocas electorales persigue otros fines y a la vez se asegure con certeza que eso no paga en votos. Es decir, los que fiscalizan hacen lo correcto, pero son tontos ya que no logran traducir en las urnas ese esfuerzo.
El Estado contrata a los concejales justamente para fiscalizar, para normar y para representar a la ciudadanía ante los municipios. El punto es que se critica a quienes hacen su trabajo y no se dice nada de quienes no lo hacen, dejando justamente a estos últimos como los buenos de la película y casi sumando los votos, que supuestamente se les negarían a los que cumplen. Nuestra sociedad requiere más transparencia y que quienes están contratados para fiscalizar trabajen. Hay decenas de casos en que luego la ciudadanía critica la falta de fiscalización y justamente en épocas electorales es cuando en los municipios deben extremarse las medidas.
Distintos estudios muestran a los municipios como las organizaciones públicas más corruptas del país, lo cuál es injusto para la mayoría de sus funcionarios, porque la responsabilidad es de los cargos políticos; y a la vez la corrupción no aparece aún como un asunto prioritario para la gente. Pero para el bien de los municipios y de la comunidad debemos dejar de acomodar las cosas a intereses personales, tenemos que seguir mejorando aunque esto signifique hacer lo correcto, sin importar las críticas, la defensa corporativa ni los votos. Jorge Condeza N.
Concejal Municipalidad de Concepción