Señor Director:
Me dirijo a usted en calidad de presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas, Asimet, para expresar nuestro apoyo a lo expresado por el economista José Miguel Benavente en su columna titulada Política Industrial Moderna. Como Asimet hemos sostenido en los últimos años una campaña sostenida y permanente con miras a instalar en el país un debate en torno a este tema, y vemos con satisfacción que poco a poco se está empezando a hablar públicamente de ello.
Chile vive un fenómeno creciente de caída de su industria manufacturera, que también podemos llamar desindustrialización, y es difícil que un país alcance el desarrollo si no tiene un sector industrial manufacturero fuerte, además de la industria de commodities. Cuando el precio del cobre comenzó a caer, la pregunta que surgió de inmediato fue ¿cómo va a responder el país al fin de un ciclo de bonanza de su principal industria? Como Asimet creemos que, por una parte -y de la mayor importancia- aumentando la productividad, y por la otra, diversificando nuestra base industrial.
En ambas materias es necesario consensuar entre los sectores público y privado una política industrial moderna, que permita construir las bases para que prosperen nuevos emprendimientos y se atraiga la inversión extranjera, en un esfuerzo que apunte a la creación de mayor valor agregado en nuestra economía.
Como Asimet seguiremos insistiendo en instalar en la agenda país la necesidad que Chile cuente con una base industrial sólida y diversificada, en el convencimiento de que es el único camino posible para alcanzar el tan anhelado desarrollo.
GASTÓN LEWIN G., PRESIDENTE DE ASIMET
Señor Director:
Una de las leyes menos conocidas pero que más incide en la calidad de vida de los ciudadanos es la Ley de Urbanismo y Construcciones (LGUC) y su Ordenanza General (OGUC), ley que se encuentra muy cercana a sufrir una modificación importante tendiente a la generación de fondos municipales para invertir en espacio público.
Cuando entre en vigencia la llamada “Ley de Aportes”, no se le exigirá a los proyectos evaluar (y por lo tanto mitigar) sus impactos viales como se hace hasta ahora. En cambio, deberán hacer aportes monetarios obligatorios de acuerdo a la superficie de construcción y el nivel de ocupación de suelo urbano. Serán las municipalidades, directamente o a través de empresas de administración de fondos para el espacio público, las encargadas de invertir dichos recursos en obras viales como pavimentaciones y equipamiento de seguridad de tránsito.
Es probable que cuando entre en vigencia la nueva Ley de Aportes tal cual está planteada, la única manera de identificar un problema de seguridad vial será cuando el conflicto ocurra y la velocidad de reacción para subsanar problemas sobre seguridad y accesibilidad será directamente proporcional al número de accidentes que debamos lamentar.
Diego Edwards Zamora , Académico de Ingeniería en Logística y Transporte, U. Andrés Bello
Señor Director:
Recientemente, el Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL) y The Nature Conservancy (TNC) presentaron el “Plan de Conservación para las Cuencas Mediterráneas de Aconcagua y Maipo”, iniciativa que forma parte de la aplicación del instrumento del CPL, denominado NEST+Aguas, mediante el cual se creará un Núcleo de Sustentabilidad Territorial para el Recurso Hídrico en cada una de dichas cuencas.
Es una zona con las más altas tasas de reemplazo de la vegetación nativa en Chile, lo que unido a la mayor densidad poblacional del país, constituye una amenaza para la conservación actual y futura de la biodiversidad y pone en peligro el aporte de importantes servicios ecosistémicos, como la provisión de agua. Es una gran satisfacción para el Consejo Nacional de Producción Limpia ser el “articulador” de las entidades involucradas en pos de proteger las cuencas.
JORGE ALÉ YARAD , DIRECTOR EJECUTIVO CONSEJO NACIONAL DE PRODUCCIÓN LIMPIA (CPL)