Señor Director:
Qué duda cabe respecto al cuestionable comportamiento de aquellos ejecutivos que gestionaron esta empresa en un largo período con tan lamentables consecuencias, pero ¿qué culpa tiene La Polar? Sería como culpar al cuchillo que termina incrustado en la espalda de una persona como responsable final del hecho.
Es importante hacer esta distinción, pues hay instrumentos y sujetos, siendo estos últimos los únicos responsables de las acciones, ya que son las personas y no las cosas, las que tienen capacidad de obrar con voluntad y discernimiento.
La justicia determinará las culpabilidades y fijará los reparos que los responsables deberán pagar. ¿Qué hay entonces de la empresa La Polar? No se conoce mejor instrumento -la empresa- como sistema de organización que permita crear valor. Valor para clientes, trabajadores, entorno y accionistas.
No vaya a ser cosa, establecido el hecho como dije anteriormente, que la rigurosidad del juez incline la vara de la justicia hacia castigos tan severos que al final la sociedad en su conjunto salga perjudicada. Esto es, cientos de trabajadores con pérdida de empleos, miles de clientes con pérdida de opciones concentrando nuevamente el mercado del retail, miles de cotizantes con pérdida de valor en sus pensiones potenciales y la resta sigue. Hay que compensar a los clientes dañados, castigar a los responsables y también procurar la viabilidad de la empresa.
Emilio Inostroza Andrade
Director Ing. Comercial U. San Sebastián
Señor Director:
Todos los presagios respecto a la alta congestión que ocurrirá en el sector denominado “Sanhattan”, creo, serán ciertos, aun cuando se implementarán las medidas de mitigación que han sido comprometidas.
¿Qué se ha hecho mal? En primer lugar, el sector aludido corresponde a una zona saturada (congestión), donde no es recomendable la construcción de obras de gran magnitud, como la de Cencosud, lo que en rigor representa un error de nuestros instrumentos de planificación. En segundo lugar, llama la atención que todas las medidas se destinen a mitigar al vehículo particular, y no a la utilización de modos más eficientes, como el transporte público. ¿No sería razonable generar restricciones al número de estacionamientos en este tipo de proyectos? Nuevamente, la normativa no va en esa dirección. Finalmente, en los últimos años, se ha continuado con la construcción de estacionamientos pagados en la zona, lo cual es un claro incentivo al vehículo particular.
Sin embargo, entendiendo que el problema no fue abordado de esa forma, existen algunas acciones que se pueden seguir. En primer término, la tarificación vial pareciera ser una medida adecuada para una zona saturada como esa, donde se busca que los usuarios paguen por la congestión que están generando. En segundo término, sería recomendable generar una mayor oferta de estacionamientos en zonas alejadas y de menor congestión, y con buena cobertura de transporte público, de modo que los usuarios se estacionen en ese sector y accedan a estas zonas saturadas en modos de transporte más eficientes. Tercero, incentivos al uso de bicicletas, como mayor infraestructura y estacionamientos para este modo de transporte. Finalmente, y en la línea de un desincentivo al transporte privado, la incorporación de espacios públicos para peatones, como podría ser el cierre parcial o total de la calle Isidora Goyenechea.
Federico Casanello Frisius
Facultad de Ingeniería U. del Desarrollo
Señor Director:
A raíz del perdón solicitado por el presidente Piñera en su mensaje a la Nación, por los errores cometidos en su mandato, pienso que sería muy adecuado para terminar con el clima confrontacional que exhibe hoy la política, que la ex presidenta Bachelet lo imitara y pidiera perdón por no haber ordenado evacuar la zona costera el 27F, nada mas que por simple precaución ante la información que la magnitud del terremoto fue 8,3. Una cosa es lo que dictamine la justicia, otra diferente es lo que nos dicta nuestra consciencia.
Jaime Jankelevich