Señor Director:
La reducción de impuestos a las personas me ha emocionado hasta las lágrimas. Por primera vez el cruel y voraz Leviatán me dice: quédate con esta platita, la ganaste tú, no yo…
Gabriel Guiloff
Señor Director:
“Poner en duda la validez de los resultados de la Encuesta Casen dados a conocer recientemente (…) causa un gran daño al país”. Con esas palabras el economista Eduardo Engel comenzaba en junio de 2007 una columna dedicada a alabar los resultados históricos de reducción de la pobreza bajo los gobiernos de la Concertación y a reprochar las dudas planteadas por la entonces oposición.
Con este antecedente a la mano, resulta muy poco serio que el mismo que defendiera a rajatabla los resultados y la metodología de la encuesta, hoy sea uno de los principales promotores de la insistente desacreditación de la Casen 2011 que, como todos sabemos, logró bajar los niveles de extrema pobreza y desigualdad y romper la tendencia al alza que había dejado el gobierno de Michelle Bachelet.
Juan Carlos Sotomayor F.
Señor Director:
De acuerdo a la alerta de tsunami que se informó hace unos días para las costas chilenas producto del terremoto en Costa Rica, nos hace replantearnos la planificacion y politicas urbanas en zonas de riesgo. Es clave e importante que se incluya en las evaluaciones y discusiones de las nuevas politicas, lo fundamental que es cuidar a la poblacion que vive en sectores costeros, para evitar y volver a repetir lo ocurrido el 27/F.
Gerardo Ureta Campos
Señor Director:
Respecto a la nota publicada en vuestro medio el martes, respecto a los planes del gobierno de traspasar Conicyt al Ministerio de Educación, es necesario señalar la inconveniencia de la idea. La experiencia internacional es contundente y demuestra que la mejor organización institucional en la materia es otorgar una conducción de la promoción científica centralizada y de alto rango ministerial. Esto se ha resuelto ya sea a través de Ministerios de Educación Superior y Ciencia (debido a que son áreas en las que los resultados de las políticas públicas son esperables a largo plazo, a diferencia de las políticas económicas), o de Ministerios de Ciencia e Innovación, en casi un centenar de países. Pese a los reparos de algunos expertos del campo de la Economía, es clara la dirección que han seguido la vasta mayoría de los países desarrollados, y esto se explica porque los argumentos “econométricos” sin duda no son los únicos relevantes al momento de dar sustento a una determinada política pública, especialmente en materia de investigación para el desarrollo integral, tanto económico como social.
Adicionalmente, en los escasos países en los que la conducción científica ha sido “alojada” en los Ministerios de Economía, los resultados han sido al menos cuestionables, y ha existido una persistente tensión entre la comunidad científica y las autoridades. Más que “innovar” en arreglos institucionales que no poseen mayor evidencia empírica, y que parecen más bien sustentados en razones ideológicas, el Gobierno debe concentrarse en aumentar el escaso financiamiento a la I+D en Chile, que no supera los US$ 55 per cápita, en comparación con los países miembros de la OCDE, que a niveles de PIB per cápita similares al de Chile invertían sobre los US$ 200 per cápita, y en generar una propuesta para una instancia de Estado, encargada de formular las políticas nacionales en la materia, y en donde la orientación debiese estar enfocada en modernizar el CNIC, incluyendo dotarla de un marco normativo adecuado, realizar cambios en su composición, y fortaleciendo su orientación y misión. Chile necesita avanzar en la materia, pero en la dirección correcta y con el consenso de todos los actores relevantes.
Dr. Carlos Blondel, Dr. Tomás Norambuena, Dra. María José Gallardo, Pablo Astudillo y Katia Soto
Equipo de Coordinación “Más Ciencia para Chile”