Señor Director:
La Cámara de Diputados viene de aprobar un proyecto de ley, que pasa al Senado, que regula la venta y arriendo de videojuegos. Esta normativa regulará la calificación de los videojuegos atendiendo al nivel de violencia de los mismos, como sucede con las películas y el Consejo Nacional de Calificación Cinematográfica. La industria de videojuegos es muy importante a nivel internacional, siendo catalogada por algunas consultoras como más importante que la industria del cine.
Respecto de los videojuegos, no solamente falta la regulación legal de la calificación por nivel de violencia, como existe en muchos países del mundo desarrollado, sino que también falta una norma que Chile (no obstante existir obligaciones internacionales pendientes) aún no tiene y que regula las denominadas medidas tecnológicas de protección las que buscan impedir desbloquear consolas de videojuegos para usar productos piratas. Chile debe cumplir sus obligaciones internacionales y llenar un vacío legal que no solamente dice relación con los videojuegos; sino que también, por ejemplo, con la protección de señales satelitales y el acceso a receptores y decodificadores ilegales, tan abundantes hoy en nuestro país.
Rodrigo León
Abogado Silva & Cia.
Señor Director:
Esta guerrilla respecto de los datos económicos del gobierno saliente y el entrante tiene una doble lectura. Es notable que exista esta competencia por ser el mejor, quién creció más o quién creo más empleos, pero se llega a un abuso de las cifras, minimizando los éxitos del oponente.
El crecimiento económico del gobierno de Bachelet y el de Piñera no son comparables. Claramente estamos en presencia de dos situaciones muy distintas. Los años 2006 y 2007 la economía creció en forma robusta por sobre 5%. Pero no olvidemos que 2008 y 2009 fueron años de crisis económicas a nivel mundial. A Piñera le tocó una realidad distinta y no exenta de problemas. Recibió una economía en recuperación, con una base de comparación más baja y golpeada por un terremoto lo que le permitió crecer casi al 6% los dos primeros años. Después debió luchar contra un par de años más complicados por la baja del precio del cobre y por un arrastre de déficit en la cuenta corriente.
Podemos tomar solo el empleo, donde la gestión Piñera fue notable, o podemos tomar solo el ítem ahorro fiscal, donde los primeros años de Bachelet fueron estupendos. Como ven hay datos para todos los gustos. Lo correcto es aplaudir todo lo bueno de ambos gobiernos en materia económica y si se quiere realmente una comparación efectiva se debe hacer con el resto de las economías similares a la nuestra, y que sufrieron los mismos problemas en el mismo periodo.
Jorge Condeza Neuber
Ingeniero Comercial, Concepción