Financiamiento de candidatos y partidos
Señor Director:
La Cámara de Diputados cuenta hasta el seis de noviembre como plazo para definir si constituye o no las comisiones investigadoras sobre el caso Penta y el financiamiento de campañas electorales.
Si bien la ciudadanía espera con ansias que la verdad salga a la luz, me referiré a la herida que, a mi juicio, más duele y se ha abierto una vez más: la desconfianza que aqueja a nuestra sociedad, en la cual políticos, parlamentarios y empresas se están llevando las notas más bajas por parte de la ciudadanía.
Aún así me atrevo a decir –a riesgo de impopularidad– que el financiamiento a los partidos políticos se justificaría, desde la mirada de la RSE, como un aporte de las empresas al fortalecimiento de la democracia en la sociedad que las acoge en una mirada de largo plazo. En esta perspectiva, probablemente ingenua para muchos, el aporte financiero debería apuntar fundamentalmente a partidos y no a candidatos. Y aun más, el financiamiento de cada empresa debiera beneficiar a todo el espectro de partidos legalmente constituidos, bajo la certeza de que lo importante es la representatividad ciudadana en un sistema con instituciones sólidas. Esto permitiría despejar la sospecha de que "el poder del dinero" intenta influir en decisiones políticas contingentes de corto plazo, pensando en su beneficio particular.
Se trata, sin duda, de una trama llena de desafíos éticos. De ahí que la transparencia y la probidad sean requisitos básicos para cualquier relación entre empresas y partidos políticos o candidatos.
Ignacio Larraechea
General General ACCIÓN
Desempleo
Señor Director:
La última cifra de desempleo nacional no deja de preocupar toda vez que el escenario económico sólo permite augurar peores cifras para el 2015.
No cabe duda que existen razones internacionales que están afectando la economía y su crecimiento -específicamente el bajo precio de las materias primas- que se ha traducido en mermas de crecimiento para nuestro país, pero existe además un ambiente de desconfianza generalizada por parte de inversionistas y empresarios en torno a la variedad de reformas que se están llevando a cabo. De no generar medidas pro confianza y pro crecimiento, el desempleo a nivel nacional podría sobrepasar el 8% o más, perdiendo popularidad el actual gobierno. Se requiere prontamente claridades que permitan retomar el camino de liderazgo que caracterizó al país y del cual tanto nos enorgullecimos hace algunos años.
No me cabe duda que vendrán cambios gubernamentales en esta línea y que permitirán generar un clima de confianza que nos permita crecer.
Piero Moltedo
Director Académico
Universidad Santo Tomás