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Alto contraste
Reforma tributaria I
Señor Director:
Acabo de leer que la candidata Bachelet, quién ganará muy cómodamente la primaria de la izquierda, planea subir el impuesto a la renta de las empresas de 20% a 25%. Más allá de que esto sea lo mejor para Chile, las estimaciones que conozco dicen que esto conseguiría un recaudación de US$ 2.000 millones y no de US$ 8.200 millones como ella dice. Ojo con estas afirmaciones tan alejadas de la realidad.
Gabriel Cestau
Economista
Reforma tributaria II
Señor Director:
En relación a la propuesta de reforma tributaria, recién conocida, de Michelle Bachelet resulta imprescindible que ella aclare si el monto de recaudación adicional de US$ 8.200 millones considera o no la eliminación de la condición de crédito que hoy tiene el impuesto de primera categoría que pagan las empresas en Chile .
El actual sistema tributario integrado considera que el impuesto de primera categoría que pagan las empresas (cuyos montos y bases se registran en el famoso libro FUT) no sea más que un ingreso de platas al fisco que posteriormente se da como crédito contra los impuestos personales, que la candidata anuncia bajará en su tasa máxima del 40% al 35%.
La ciudadanía necesita, en mi opinión, saber cómo subiendo el impuesto a las empresas (que es sólo un crédito) y bajando al mismo tiempo el impuesto final a las personas (que es recaudación efectiva) se obtiene la cifra en comento.
RICARDO VERGARA MUñOZ
Reforma tributaria III
Señor Director:
Es curioso que la Sra. Bachelet y su comando plantee como un efecto paliativo al alza de impuesto de primera categoría, la rebaja del 40% al 35% del impuesto a los trabajadores chilenos (segunda categoría y global complementario), cuando el 35% es la tasa con la cual se gravan las utilidades que una sociedad extranjera percibe de rentas chilenas.
En rigor, lo único que se está proponiendo es igualar las cargas, que absurdamente han beneficiado a las grandes empresas extranjeras, durante mucho tiempo en nuestro país.
Por otro lado, sería bueno analizar que hace un par de años se subió el impuesto a las empresas de 17% a 20% y la verdad es que yo no visualizo que la educación y la salud hayan mejorado, para qué hablar de las brechas sociales.
Como dice el Sr. Marcel, no se puede suponer que por ser estatal se hará todo bien, es más yo creo que se hace peor, sólo basta recordar los resultados del Transantiago, de ENAP, los robos en EFE y los engaños y mentiras del Hospital de Curepto, los falsos exonerados, etc...
Más que recursos adicionales lo que este país necesita es una estrategia de Estado de largo plazo, un Poder Legislativo renovado, proactivo y con vocación de servicio público y un aparato estatal eficiente y efectivo en el uso de sus recursos.
Tomás Vidaurre L.
Asamblea constituyente
Señor Director:
He sido empresario 35 años, trabajo 12 horas al día y muchos fines de semana, no me pagan horas extras.
He creado miles de buenos empleos pero cuando me roban mis empleados, no los puedo despedir sin pagarles el mes por año. Mis clientes del Estado me cobran multas si yo me atraso en entregar los pedidos, si ellos se atrasan en pagar -lo que es de común ocurrencia- no pagan ni multas ni intereses.
Cada nuevo gobierno que llega me sube los impuestos, trabajo hasta el día 19 de cada mes para pagarle al Estado. En retribución, el Estado no me da buena salud, no me da buena educación, no me da buenas carreteras, no me da jubilación, por lo que tengo que comprar por fuera todos estos servicios Ahora tendré que dedicar hasta el día 21 de cada mes para pagarle la universidad a los hijos de los ricos que no conozco y que ni siquiera me invitan a sus fiestas. Supongo que pronto dedicaré el día 22 para mejorarle la jubilación de gente que tampoco conozco.
¿Me llamará la Sra. Bachelet a integrar la asamblea o sólo vale la voz de las minorías que ha logrado convencer a muchos que la mayoría hoy se mide por el ruido y los destrozos?
Benjamin Kaufmann
