Etiquetado de alimentos
Señor Dirrector:
La evidencia científica disponible demuestra que el grado de procesamiento al que son sometidos los alimentos -o alguno o varios de sus componentes- está directamente relacionado con el nivel de riesgo en la salud de los consumidores. Así lo afirma la OPS al publicar el nuevo “Modelo de Perfil de Nutrientes”. Con la ley 20.606 -que exige etiquetar con un símbolo negro los alimentos que sobrepasan cierto límite de sodio, grasas saturadas, azúcares o calorías- se logra hacer visible el grado de riesgo de los alimentos procesados y ultraprocesados. No existe en la naturaleza ningún alimento que tenga en su composición las altas concentraciones que pone a nuestro alcance la industria alimentaria. La alta concentración de grasas y azúcares, o de grasas y harinas, no existe en ningún alimento que no haya sido procesado en algún grado por el ser humano. Extraemos de un producto su azúcar o harina. De otro, la grasa. Y las combinamos formando masas, frituras, postres, snacks y golosinas. Esta combinación nos cautiva y consumimos muchas veces al día. Lamentablemente, esta combinación nociva es un factor común a la génesis de sobrepeso, obesidad y enfermedades asociadas, todas de gran importancia social y epidemiológica. La consigna es visualizar el riesgo y, según eso, reducir la cantidad y la frecuencia de consumo de aquellos alimentos. Este paso hacia una alimentación más responsable no es el primero ni será el único, pero es una oportunidad concreta para adoptar y promover conductas preventivas, por parte de los consumidores, la industria alimentaria y los profesionales que tienen como tarea proteger y mejorar la salud de las personas.
Carmen Gloria Herrera
Jefa de Carrera Escuela Nutrición y Dietética UST Santiago
Engaño y educación financiera
Señor Director:
El caso de Rafael Garay es una muestra empírica de lo fácil que es engañar y defraudar a los ingenuos y lo difícil que es ganarle al mercado.
La gran mayoría de los chilenos necesita mayor educación financiera para que entiendan la relación de riesgo y rendimiento esperado asociado a las inversiones que se llevan a cabo en los mercados de valores.
Eduardo Sandoval
Metro y frenazo inmobiliario
Señor Director:
En años anteriores cada vez que se anunciaba una nueva línea de Metro, había un impacto bastante importante en el desarrollo de las comunas y calles por donde pasaba el ferrocarril subterráneo. Esto tenía beneficios en el comercio, la educación, la salud, la seguridad. Y también en el tema inmobiliario, por cuanto revalorizaba las viviendas usadas e incrementaba la velocidad de venta de los proyectos nuevos alrededor de la nueva línea.
Distinto es el panorama en la actualidad. El congelamiento de los planos reguladores en varias comunas por donde pasarán las futuras líneas 3 y 6 de Metro, y el contexto de elecciones municipales han representado un frenazo para el sector.
En el mundo inmobiliario reina la incertidumbre. Las constructoras no saben si adquiriendo un terreno luego podrán tener aprobado el anteproyecto y lograrán concretar el negocio, a raíz de las nuevas exigencias de la autoridad como aumentar el número de estacionamientos por edificio o poner restricciones en términos de altura. Y como estamos en periodo de elecciones, ahora todos tratan de hacerse los lindos.
En bienes raíces hay un dicho que dice “location, location, location”. Lo fundamental es la buena ubicación. El precio tiene que estar acorde al costo del terreno y de la inversión. Si está bien ubicado y el valor del terreno es razonable, el negocio va. Pero si hay este tipo de complicaciones, no hay negocio, y la consecuencia de todo esto es que las inmobiliarias privilegien hacer inversiones en otras comunas.
Eduardo RissoGeneral de Tren Inmobiliario