Reforma educacional
Señor Director:
Lo que trae el progreso a una actividad son los aportes que anónimamente y paso a paso van haciendo los emprendedores que en ella participan, buscando cómo mejorar el producto, hacerlo más eficiente, atraer más demanda y todo este esfuerzo remunerado según el éxito obtenido. Un ejemplo en las últimas décadas ha sido el extraordinario progreso de los computadores, internet, teléfonos, al punto que las principales fortunas mundiales se han forjado en pocos años en torno a ellos, desplazando a petroleras y automotrices, y prestando al mundo un servicio de similar magnitud.
Contrasta lo anterior con lo que estamos presenciando en Chile en el enfoque educacional, donde por inconfesas razones revestidas de consignas insostenibles, se pretende sustraer de dicho sector el aporte de miles de emprendedores que poco a poco han ido ampliando las posibilidades de elegir y educar de la clase media con éxito a la vista: más de 800.000 niños traspasados voluntariamente en los últimos 10 años. A cambio y aunque se disfrace, se quiere volver al cuasi monopolio estatal sobre la educación, con su letanía de mediocridad, estatutos docentes, profesores inamovibles, huelgas, niños en la calle...y el progreso en su educación dilapidado sin solución. Es de esperar que este atentado al sentido común no prospere y que, por el contrario, se imponga una reforma que refuerce el aporte de emprendedores con métodos e ideas modernas.
Juan Ariztía Matte
Discriminaciones
Señor Director:
En la relación con la reforma educacional impulsada por el gobierno y como fundamento de ella, el ministro Elizalde declara que: “...no hay nada peor que discriminar a un niño”. Más allá de la manipulación que realiza del juicio de valor para defender una errada política pública, sus palabras implican una sanción hacia el abuso de quienes se encuentran indefensos y aún no poseen todas sus capacidades para poder defender sus derechos.
Me pregunto entonces: ¿Qué ocurre si el niño que pretende defender el ministro aún no ha nacido? ¿Es esa ya una condición válida para sí poder discriminarlo? Para utilizar juicios de valor en la defensa de políticas públicas se debe creer en ellos sin un relativismo moral, pero es esto último lo que impera en el actual gobierno en temas que van desde la educación, el aborto, los DDHH, entre otros.
Rodrigo García Pinochet
Término del FUT
Señor Director:
Iniciada la discusión de la reforma tributaria en el Senado, sería interesante que los honorables senadores tomaran en consideración cómo afectará a una innumerable cantidad de PYME el término del FUT. De aprobarse esta indicación, se les obligará a endeudarse, tal como lo patrocina el gobierno, para poder seguir adelante con sus proyectos, dado que el capital de trabajo producto de la reinversión de las utilidades, ya no estará disponible por su traspaso al Estado vía impuestos.
Considerando lo anterior, cabe preguntarse ¿qué tiene de sano para una economía que todas sus empresas estén endeudadas? ¿en un año malo, quién asegura que la deuda la podrán servir? ¿por qué se les obliga a los privados a endeudarse teniendo éstos la posibilidad de evitarlo y no es el Estado de Chile el que lo hace, dado que dispone de muchísimas más alternativas que una PYME para acceder a crédito en excelentes condiciones? ¿quién dice que los bancos van a otorgar crédito a todas las PYME y en términos favorables? ¿qué tiene de justo y equitativo que se les prive de usar recursos propios para entregárselos a un Estado que ni siquiera tiene claro hasta ahora en qué los va a utilizar, obligándoles a asumir riesgos innecesarios?
El término del FUT tendrá profundas consecuencias para las empresas, particularmente las medianas, que utilizan esta franquicia para ahorrar y disponer de sus fondos para financiar su quehacer. Si hay quienes abusan y dan mal uso al FUT, entonces, persíganlos y castíguenlos como corresponde, pero la solución de don Otto, que vendió el sofá para que la señora no lo siguiera engañando, castigará a miles de empresarios honestos, que trabajan duro y actúan correctamente, reinvirtiendo gran parte del fruto de su trabajo para hacer viables sus empresas. ¿No era que el 1% más rico iba a pagar esta reforma?
Jaime JankeleVich