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Alto contraste
Caso Enersis
Señor Director:
La soberbia se define como la altivez, y apetito desordenado de ser preferido a otros. Es así como la soberbia del accionista controlador de Enersis no ha sido contenida por el directorio de la compañía que, al tomar conocimiento de la intención del controlador de proponer a la junta un aumento de capital, y debiendo haber representado a todos los accionistas al defender los intereses de la compañía, ha optado por tomar palco al decir que deben entenderse entre accionistas.
Hoy vemos declaraciones de connotados personajes, cuya trayectoria los precede, respecto a que ellos “…nunca se han lavado las manos…”, o que “…estuve 5 años con la deuda externa en la trinchera…”. Por favor!, de eso ya han pasado 20 años, y ese esfuerzo profesional le ha sido compensado con creces por el sistema financiero. Hasta cuándo tenemos que proponer cambios en la ley para que las personas tengan conductas adecuadas. No esperemos a que una ley prohíba o defina dónde hay conflicto de interés. ¿Qué clase de certeza jurídica tendríamos si las leyes cambian ante cada conducta inapropiada? Debemos ser capaces de autorregularnos. Cuando una operación financiera, o el ejercicio simultáneo de cargos puede provocar conflicto de interés, ¿no es mejor pasar?, hay muchos profesionales capaces para el ejercicio de cargos importantes, no es necesario estar en todos los cargos importantes.
Insulta la inteligencia del lector decir que un aumento de capital, que prácticamente duplica el patrimonio de una compañía mediante el traspaso de activos manejados directamente por una matriz hoy con alto riesgo, a una filial con menor riesgo, no mejora los estados financieros de la matriz. El pronunciamiento de la SVS era necesario ante la evidente relación, y vista la reacción del mercado. Cuando quien propone (o impone) un aumento de capital dice a su vez que su parte la paga con activos que él mismo valoriza, muestra nuevamente la soberbia del controlador frente a sus socios. La confianza es fundamental para la relación entre accionistas, y cuando un accionista busca imponer un plan a otro, provoca reacciones. ¿No es mejor reconocer con humildad una necesidad?, en especial cuando es evidente que los problemas que afectan a la matriz del controlador, de no mejorar sus estados y reportes financieros, los obligarían de cara a sus propios acreedores -o tenedores de bonos- a tomar medidas de un mayor costo directo que aquellas que ya han tomado para su filial Enersis y las demás inversiones en Sudamérica. Si un director dice que no conoce lo que está detrás de la propuesta del controlador, quizás es mejor dar un paso a lado.
La soberbia provoca a quienes se ven afectados para evitar ser sometidos al controlador, la humildad llama al análisis constructivo en beneficio de todos los accionistas.
Esteban Rodríguez Pinto
Abogado. Cotizante de AFP Habitat
Juegos Olímpicos
Señor Director:
A pocos días de finalizar los Juegos Olímpicos y cuando apenas faltan un par de chilenos por competir, cabe destacar la gran participación que han tenido algunas de nuestras figuras nacionales.
Si bien, en esta pasada el medallero no ha estado de nuestro lado, es muy loable lo que lograron Natalia Ducó, quien superó su propia marca; Francisca Crovetto, quien quedó a un plato de la final; y, por supuesto, Tomás González, al quedar dos veces cuarto del mundo en su disciplina, llamando la atención incluso de Nadia Comaneci, una de las más grandes gimnastas de la historia.
Más de 36 deportistas nos representaron en estos Juegos Olímpicos y para llegar hasta allá debieron superarse a sí mismos una y otra vez, trabajar duro desde pequeños y en algunos casos, como lo hace Kristel Köbrich y tantos otros, despertarse de madrugada día tras día, para lograr la marca que les permitió clasificar a Londres.
Ser los mejores en lo que hacen es lo que los inspira y es esa motivación con la cual se deben comprometer las nuevas generaciones de deportistas.
Soledad Bacarreza
Directora Escuela de Deportes AIEP
