Señor Director:
Hasta hoy, mucho de la discusión se ha centrado en la conveniencia del Royalty Minero y los tributos de este sector, pero una vez que hemos conocido que el 100% de la gran minería se ha acogido al royalty, debe comenzar una discusión profunda respecto a qué hacer con la extraordinaria recaudación prevista para el período 2011-2013 y posteriores.
Se han dado múltiples cifras y proyecciones, pero el escenario del gobierno es conservador, ya que el precio promedio para el período en cuestión se espera que supere los US$ 3,2. Por tanto, es posible tener un alza en la recaudación tributaria de aproximadamente el 40% respecto al período 2006-2009, estamos hablando de más de US$10.000 millones.
Entonces, la pregunta es ¿qué hacer con estos recursos? La cuantía de capital es tan significativa, que el país debería establecer con claridad sus prioridades y los ejes de la inversión. Por ejemplo, sería el momento ideal para establecer el flat tax o impuesto único y evitar el global complementario o encauzar recursos a preparar y apoyar al talento nacional para incrementar nuestra base científica y emprendedora. Lo cierto, es que algunos recursos irán al Fondo de Inversión y Reconversión Regional y otros a reconstrucción y el resto?
Como contribuyente, lo único que espero es que al menos se discuta abierta y profundamente dónde se invertirán dichos recursos y se midan los resultados previstos, para no volver a contar la historia del salitre.
Francisco Santibáñez
Director MBA Universidad del Desarrollo
Señor Director:
Es extremadamente inusual en nuestros días encontrar temas de relevancia que tengan un consenso generalizado. Curiosamente uno de ellos es la idoneidad de la PSU. Si bien, hay diferencias respecto a las razones, está claro que no es un instrumento de medición correcto en este momento.
La PSU actual es simplemente un sistema de ranking que ordena a los alumnos para que los mejores tengan el mayor poder de decisión respecto a qué y dónde estudiar. Esto lo logra a través de un sistema que no mide ni aptitudes, ni actitudes sino tan solo conocimientos. Tanto así, que, con profesores particulares o preuniversitarios, un alumno puede obtener puntajes muy pero muy superiores de un año para otro, sin que realmente haya aprendido nada más que cómo responder las alternativas de la prueba.
Existen colegios que preparan a sus alumnos para rendir pruebas internacionales, como el BAC francés, o el Bachillerato Internacional (IB) y después ven que sus alumnos no logran entrar a la universidad que desean, o bien sin grandes puntajes. Muchos apoderados quedan tremendamente decepcionados cuando ven que su hijo obtiene estos diplomas, con grandes calificaciones, y sin embargo no son grandes puntajes en la PSU.
Excepto para los valores extremos de la curva de puntajes, la PSU y el rendimiento en la universidad tienen baja correlación. Muchas veces la posición relativa del alumno en su curso de colegio es un mejor indicador. Si esto es cierto, ¿Qué sentido tiene tener una prueba común para todos? Al parecer la única utilidad de la PSU es hacer competir a las universidades por los fondos que el estado entrega a los alumnos.
Pierre Paul Romagnoli
Director Departamento Matemáticas Universidad Andrés Bello
Señor Director:
El posnatal de seis meses se ha planteado como una forma de terminar con la mala práctica de las licencias por reflujo, hasta que los recién nacidos cumplen un año. Si se aprueban los seis meses, la primera pregunta que surge es ¿qué sucederá con la posibilidad de tener esta licencia hasta que el hijo cumpla un año, en caso de reflujo?¿ Seguirá vigente?, porque si es así, ¿quién asegura que después de los seis meses legales no se extienda el permiso por otros seis meses, siguiendo con lo que es ya una práctica común en el país?
Creo interesante preguntarse cuál será el impacto en el empleo femenino con un posnatal de seis meses, particularmente en la PYME. Porque si una empresa puede prescindir de un empleado por seis meses y con posibilidades que el tiempo sea mayor, ya sea por el prenatal u otros problemas que surgen, como la depresión post-parto, etc. ¿Qué incentivo habría para emplearlo? Para las grandes empresas, talvez no sean problema estos reemplazos, pero en la PYME la situación es diferente. Además, no es fácil contratar personal por seis meses porque la gente quiere trabajos estables y seis meses es un horizonte demasiado corto para encontrar personal calificado.
Jaime Jankelevich W.