Cartas

Señor Director:


Como presidente de los productores de leche de Chile y como consumidor de productos lácteos tengo la obligación de referirme a las declaraciones entregadas por el presidente de Soprole, señor Gerardo Varela, quien se refirió a la concentración de mercado que junto a Nestlé pretenden llevar a cabo.
Entre sus afirmaciones, asegura que era “esperable” el rotundo rechazo manifestado por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) a través de su informe técnico a la solicitud de concentración hecha por estas dos transnacionales. 
Así las cosas, es importante señalar que la FNE es un organismo autónomo y técnico cuyo objetivo es velar, precisamente, por la libre competencia. Y su misión es posibilitar que los beneficios del intercambio en una economía de mercado produzcan bienestar a la ciudadanía y, a la vez, evitar que actores con poder de mercado perjudiquen ese interés público. 
Por lo tanto, la lógica nos indica que Soprole debió haber “esperado” que su proyecto cumpliera con lo exigido por la FNE, cosa que no ocurrió porque su propuesta de crear un nuevo gran actor de mercado junto a Nestlé para controlar el 58% de la compra de leche y ser actores dominantes en la venta de productos lácteos no resulta beneficiosa para los consumidores ni cumple con los requisitos mínimos para garantizar la libre y sana competencia. 
Dadas las declaraciones de Soprole y la masiva oposición que despierta su proyecto, lo que sí sería “esperable” es que, por el bien de Chile, esta iniciativa se rechace.



Dieter Konow H.
Presidente Fedeleche




Señor Director:


Los carismáticos Obamas me han recordado el concepto de “soft power”, aquella extraordinaria capacidad de Estados Unidos de influir- y finalmente ejercer dominio- a través de la persuasión y la seducción. Sus universidades, su hipnótica cultura pop, sus filmes, cantantes, comidas (lamentablemente), tecnologías y estilos, resultan irresistibles en cualquier parte del mundo. El atolladero que han resultado Irak y Afganistán (¿y Libia?) ha hecho que el electorado norteamericano entienda que tiene la mejor arma del mundo: el rock and roll del soft power...



Gabriel Guiloff




Señor Director:


La visita de Obama a Santiago fue, como era esperable, políticamente correcta, sin salidas de protocolo de su parte. No obstante, me sigue gustando más la visita de Bill Clinton y su salida de protocolo en el centro de la capital. Cuestión de gustos.



Juan Carlos Villanueva