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Alto contraste
Reciclaje: el que contamina paga
Señor Director:
En relación con el artículo publicado el jueves de la semana pasada por su diario sobre el proyecto de Ley REP, coincidimos en que la iniciativa hay que perfeccionarla y promover un rol más activo de los municipios y los propios consumidores. Es urgente que cada chileno se haga responsable por la basura que produce y de una vez por todas tome conciencia de que el reciclaje es fundamental. Hoy cada ciudadano alemán paga 50 euros al año (unos $ 35 mil) para el retiro de su basura, además de contribuir separando los residuos en casa, lo que permite el ahorro de miles de millones de euros al año, que puede destinarse a otras áreas.
En nuestro país, en cambio, el 70% de los chilenos no paga por su basura, lo que aleja todo incentivo al reciclaje. Por eso es prioritario el cobro de la recolección en todas las casas, tanto como que el Ministerio del Medio Ambiente cuente con la institucionalidad que permita educar sobre el tema y que los municipios asuman un rol de socio estratégico para que logremos recuperar residuos que hoy van a rellenos sanitarios y constituyen un recurso valorizable para nuestra sociedad.
Nosotros como industriales del plástico no sólo estamos preocupados del tema, sino que lo propiciamos entre todos nuestros socios. Gracias al esfuerzo industrial, el uso de material plástico reciclado ha aumentado un 24% anual promedio en los últimos 5 años.
Mariela Formas
Gerente General de ASIPLA (Asociación de Industriales del Plástico)
Rol y cargo
Señor Director:
Es posible observar la ausencia de roles dentro de muchas empresas, los que en el mundo de las competencias transversales y de negocio resultan fundamentales para poder plasmar de manera adecuada una columna vertebral de comportamientos que den cuenta de las demandas propias del negocio, logrando satisfacer las expectativas de directivos y stakeholders.
Es esta ausencia de roles la que explica en muchas ocasiones, que los rendimientos demandados sólo respondan a tareas operativas, antes que la contribución que dicha acción pueda generar para la empresa.
Lo anterior resta eficiencia, pero por sobre todo productividad. Por ejemplo, una fuerza de venta a la que sólo se le pide vender (tarea del cargo de vendedor) y no explotar el potencial de la cartera de negocios que trabaja (demanda del rol centrado en la generación de valor para la empresa), difícilmente podrá contribuir más allá que con una simple visita a un cliente, al que se le toma un pedido.
En esa misma línea, una empresa de Servicios que demanda dentro de las tareas de sus ejecutivos responder con la mejor disposición, calidez o forma las consultas de sus clientes, pierde la posibilidad de movilizar un rol centrado en rentabilizar la cartera existente. Esto, al fijar como responsabilidad (propia del rol) el asesorar al cliente, desde su comportamiento de usuario, en obtener mejores beneficios de su contrato con un upgrade cuyo costo es marginal.
Por lo anterior cabe preguntarse si la matriz de competencias de la empresa, da cuenta de “tareas” que buscan una ejecución determinada o demanda “responsabilidades” que están en línea con los aspectos claves del negocio de cada empresa. En otras palabras, si poseemos un modelo de desempeño centrado en el cargo (tarea) o en el rol (responsabilidad) y desde ahí qué herramientas entregamos a las jefaturas para trabajar no sobre el “vender más”, sino “vender mejor”.
Marcelo Henríquez
socio de Workshops Consultores
Diamante en bruto
Señor Director:
Despues de leer en detalle la carta del señor John Cobin, a quien felicito, me asaltan muchas más dudas respecto de la prioridad nacional por construir el puente de Chacao. Personalmente creo que es mucho más importante para nuestro país unir Chile entero a través de nuestro territorio.
PEDRO PABLO MOLINA WOOD
