Jóvenes chilenos lideraron Cumbre regional de biotecnología
Científicos entre 23 y 27 años buscan inspirar a sus pares para resolver problemas comunes.
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Una iniciativa inédita se llevó a cabo en el Centro de Innovación de la UC, la primera cumbre de biotecnología regional, Allbiotech, organizada por jóvenes científicos chilenos de entre 23 y 27 años, entre ellos Emilia Díaz, fundadora de Kaitek Labs, que reunió a 100 emprendedores, investigadores y profesionales sub 35, previamente seleccionados de 16 países de Latinoamérica.
“Hoy es una tendencia mundial que los jóvenes tomen las riendas de lo que pasa en diferentes campos de acción, y la ciencia no se aleja de ello. Con el evento quisimos hacer esta bajada, que tiende a ser internacional, a Latinoamérica, enfocándonos en los desafíos que existen acá y no en Europa”, afirma Daniela Valenzuela, de 23 años, estudiante de Ingeniería civil en bioprocesos y co organizadora.
No fue un encuentro teórico ni poco aterrizado. Por el contrario, se debatió en torno a soluciones reales y de impacto para el desarrollo de industrias con fuerte presencia en la región, como la agricultura, minería, pesca y forestal.
Un lineamiento que los llevó al terreno de la bioeconomía, simbiosis entre recursos naturales, innovacción tecnológica e impacto social, para lograr procesos productivos más sostenibles y competitivos y a adaptar los modelos de negocio a las nuevas realidades del mercado.
José Luis Castillas, co organizador de Allbiotech, comenta que hay diferentes retos a nivel científico y social que es posible resolver usando tecnologías e innovaciones disruptivas y que los rangos etarios hoy no son ni deberían un problema.
“En Latinoamérica hay jóvenes altamente creativos y capacitados en ciencia y tecnología, pero no cuentan con instancias locales para vincularse. Por ello queremos cohesionar ese capital humano y relevar su aporte a la bioeconomía en la región, como modelo para alcanzar un crecimiento sostenible”, dice.
Indica que es necesario realizar nuevos proyectos e investigaciones en biotecnología y bioeconomía, y un camino clave es enfocarse en los problemas y desafíos propios de la región, sin dejar de apuntar a grandes proyectos.
Para enfatizar el punto, explica, esta primera cumbre fue desarrollada en español, integrando problemáticas locales a la discusión. Además, sumaron a distintas entidades educacionales, empresas e inversionistas que aportaron cada una desde su mirada del ecosistema. Adelanta que proyectan hacer una segunda versión en 2018, para seguir empoderando a los jóvenes en la ciencia.