El novedoso giro que están dando hoteles y hostales en Chile

Como en muchos rubros ligados al servicio, la experiencia de usuario es un reto cada vez más desafiante para la industria de hoteles y hostales, la que debe reconocer a tiempo las tendencias mundiales.

Según la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), el viajero de estos tiempos busca espacios amplios que inviten a la interacción. En esa lógica, la tecnología también es fundamental para dar una experiencia personalizada, por ejemplo, a través de chatbot y habitaciones conectadas con Internet de las Cosas (IoT), afirma Andrea Wiolleter, vicepresidenta Ejecutiva del gremio.

A la vez, el usuario busca alojamientos amigables con el medioambiente y con la cultura local y su patrimonio e identidad, agrega.

En Chile, indica, donde la capacidad hotelera se habría moderado el año pasado (6,6%), según cifras de Hoteleros de Chile, la mayor preocupación del turista es medioambiental. Le sigue la conexión con el entorno en su conjunto.

Nómadas digitales

La cadena internacional de hoteles Selina estima que para 2025, el 60% de la población activa ejercerá el teletrabajo y el freelance y un porcentaje de estos decidirá cerrar sus hogares para volverse nómadas digitales, sujetos muy conectados con otros viajeros y con el medio que les rodea.

Es uno de los públicos a los que apunta Selina, que espera aterrizar en Chile dentro de los próximos dos años. “Para estos viajeros perpetuos es más importante experimentar que poseer. En nuestras ubicaciones pueden encontrar un lugar de co-work, pero además sala de cine, estudio de grabación, área de restaurante/bar, clases de español, de yoga o de surf dependiendo de la ubicación y varias opciones de acomodación, todo en una misma locación”, explica Emilio Uribe, su Head de New Markets.

Millennial

Otro grupo en sostenida alza son los viajeros independientes o millennial (entre 18 y 35 años) que gustan recorrer varios destinos en un mismo viaje.

Según la cadena peruana de hostales, Pariwana, este segmento representa el 20% del total de viajeros en el mundo y persigue una experiencia de sentido de comunidad y socialización.

Pariwana lo tiene claro y por eso ofrece habitaciones compartidas y espacios comunes, bajo un diseño lounge o co-working. En ese espacio pueden descubrir destinos y nuevos amigos, señala Fernando Razzeto, socio fundador y gerente general.

Pariwana opera entre Lima y Cusco y llegará al Barrio Bellavista a mediados de 2018. Aquí pretende instalar este concepto por primera vez.

Turismo industrial

El reconocimiento de Unesco a íconos industriales como la mina de sal de Wieliczka en Polonia dio el primer impulso a un turismo que busca desarrollar el capital que tienen algunas ciudades en sus edificios industriales antiguos.

Considerando que en 2010 la mina alemana de Zollverein recibió dos millones de visitas, si cada persona gastara sólo US$ 150, los ingresos sumarían US$ 300 millones al año, calcula el dueño y gerente general del hotel Piedra Verde, Flavio Angelini.

Su propuesta también sustentable ubicada en Machalí, pretende desde septiembre vincularse con este tema a través de un diseño vintage que rememora los tiempos gloriosos de Sewell, la otrora ciudad minera emplazada en la cordillera de los Andes.

“La gente quiere pagar y conocer la historia de Sewell”, remarca. El hotel gestiona la visita de turistas a la ciudad minera. “En vez de salir a las seis de la mañana y tener una jornada extensa en Sewell, el viajero puede alojarse acá con un valor más bien bajo de un hotel 4 estrellas superior”, invita.

Enfoque Boutique

Para aquellos viajeros que prefieren una atención personalizada y un nuevo enfoque al lujo moderno está D´Door hotel boutique. Emplazado en el Barrio Bellas Artes, esta casa remodelada fue el refugio de ciudadanos croatas que huían de la Segunda Guerra Mundial. “Si tomas el café con leche sin lactosa, quien te atiende sabrá de tus gustos en los siguientes días de alojamiento”, señala la encargada de Ventas y Marketing de D´Door, Luz María Ross.