Agilidad para un futuro hipercambiante

Rosario Castro

A medida que las nuevas tecnologías emergen, se comienza a modificar e impactar la experiencia de los clientes, sus comportamientos y también sus hábitos. Como resultado, las expectativas de estos cambian y se vuelven cada vez más exigentes. Por ello, las organizaciones y compañías tienen el tremendo desafío de adaptarse a estos cambios y subirse a la ola... o en su defecto, ser arrasados por ella. Ejemplos hay de sobra: Blockbuster se rio de los creadores de Netflix cuando estos fueron a ofrecerles el negocio; Forever21 no logró adaptarse a las tendencias de consumo y al crecimiento del e-commerce, algo que también la pasó a Toys "r" Us. Podríamos seguir mencionando otros casos similares, o pronosticar quiénes están en riesgo actualmente. Pero más importante es evitar estos errores.

Dos cosas en común que tuvieron todas estas grandes empresas fueron: su falta de visión del negocio versus la forma de trabajar y su imposibilidad de ajustarse a los cambios rápidamente. En el primer caso, la visión estaba de la mano de sus líderes y tomadores de decisión, quienes finalmente optaron por un camino v/s el otro. Pero la cultura y el ecosistema también dificultan el cambio. El desconocimiento de cómo realizar estos ajustes de manera rápida y efectiva en organizaciones "con poca cintura", la mayoría de las veces les pasa la cuenta.

Es por eso que el concepto "Business Agility" es clave para que las compañías respondan de manera efectiva, oportuna y eficiente a los cambios generados por el mercado o el entorno, e incluso se adelanten a ellos. En esa línea, en Accenture Solutions IQ decidimos entrevistar a 453 personas de 274 compañías de todo el mundo para conocer el nivel de madurez que sus organizaciones tienen en cuanto a agilidad. Y los resultados no dejan de preocupar: la encuesta arrojó que el 79% de las compañías a nivel mundial afirma que tienen una baja madurez respecto a su nivel de agilidad del negocio.

Es cierto que la agilidad puede depender del tamaño de la empresa, siendo las organizaciones más pequeñas más ágiles y adaptables al cambio que las de mayor tamaño. Sin embargo, esto se estabiliza en empresas con alrededor de 200 trabajadores. Además, en el reporte el 69% de los representantes de empresas consultadas dijo que comenzaron el "viaje" de la agilidad organizacional hace menos de tres años.

Asimismo, será importante entender que los desafíos de la agilidad van más allá del desarrollo de software acelerado. Es necesario un cambio en el estilo de liderazgo y toma de decisiones de toda la organización, en especial del C-Level de las compañías; la gestión del cambio; la transformación cultural hacia una mentalidad ágil; gestionar y alinear al negocio con las innovaciones y apalancarlo con el ecosistema; disminuir la dependencia tecnológica, logrando convivir con las tecnologías antiguas y nuevas; y terminar con las estructuras de silos.

Las nuevas tecnologías y las expectativas crecientes de los clientes son una realidad entre las empresas. En ese contexto, las compañías no solo deben preocuparse por sobrevivir, sino que deben buscar nuevos elementos diferenciadores. Es ahí donde la Agilidad permite "surfear la ola" y se vuelve un factor clave para mantenerse competitivos, vigentes y exitosos.

*PROMOCIONA es un programa de formación de ejecutivas que amplía sus capacidades y habilidades directivas para ocupar cargos de alta responsabilidad en las empresas. Es implementado en Chile por CPC, Icare, Subsecretaría de Economía, Subsecretaría de la Mujer, +Mujeres, BID y Universidad Adolfo Ibáñez.