Congreso de Perú destituye a presidente Vizcarra en medio de acusaciones de corrupción
Es el segundo juicio político contra el mandatario en pocas semanas, a menos de medio año de las próximas elecciones generales y a ocho meses de culminar su período.
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Martín Vizcarra logró salir ileso de su primera acusación, pero no de la segunda. Este lunes el Congreso peruano destituyó al presidente en medio de acusaciones de corrupción, a menos de medio año de las próximas elecciones generales y a ocho meses de culminar su mandato.
Ahora, luego de que se declarara aprobada la moción, el presidente del Congreso, Manuel Merino de Lama, asumirá la presidencia del país, con lo que se convertirá en el tercer mandatario en menos de tres años.
El Congreso dominado por la oposición superó el umbral de los 87 votos de 130 legisladores para declarar la vacancia del centrista Vizcarra por "permanente incapacidad moral" para gobernar, después de casi cinco horas de intenso debate.
El resultado final fue de 105 votos a favor de la destitución del presidente, 19 en contra y cuatro abstenciones.
El motivo de la destitución se sustenta en denuncias que habrían revelado supuestos pagos por obras de Lomas de Ilo y el Hospital Regional de Moquegua, por 2,3 millones de soles cuando se desempeñaba como gobernador regional de dicha zona.
La moción de destitución fue presentada por 27 de los 130 congresistas el 27 de octubre, luego de que el diario El Comercio revelara que cuatro aspirantes a colaboradores eficaces proporcionaron información al fiscal Germán Juárez, la cual indicaba que Vizcarra habría recibido pagos ilícitos de constructoras entre 2011 y 2014. Por el momento la investigación sigue en fiscalía.
Durante la mañana del lunes el presidente tuvo la oportunidad de defenderse ante el Palacio Legislativo, y si bien contaba con una hora para exponer sus argumentos, usó solo 45 minutos. Durante su intervención, Vizcarra negó haber recibido cualquier tipo de soborno.
"Señores congresistas, a mí se me ha citado a la Fiscalía en etapas preliminares de una investigación. No existe una prueba fehaciente, ni una prueba de la flagrancia de un delito y no lo habrá, porque no he cobrado soborno alguno, se tomaron las mejores decisiones técnicas que se pudieron, pero ninguna ha sido con el objetivo de llenar los bolsillos de nadie, menos los míos", aseguró.
Además, Vizcarra planteó que "conmueve saber que existe un grupo de congresistas permanentemente preocupados por este servidor y por su pasada gestión como presidente regional. A ellos les digo: 'No se preocupen por mí, aquí estoy y dispuesto a esclarecer cualquiera de los hechos que falsamente se me imputan'. Preocúpense, preocupémonos por todos los peruanos y peruanas y sus prioridades".
La segunda moción
La acusación que logró la destitución del mandatario peruano fue la segunda moción de destitución que enfrentó en tan solo semanas, ya que Vizcarra debió testificar cuando se le involucró en la difusión de audios en el denominado caso "Richard Swing".
El 18 de septiembre el presidente debió presentarse ante el Congreso para asegurar que no había cometido ningún acto ilícito, y luego de un debate de seis horas, la moción de vacancia fue rechazada.
En esa oportunidad, 78 parlamentarios estuvieron en contra de destituir al presidente, 32 estuvieron a favor y solo 15 se abstuvieron, lo que implicó que Vizcarra se mantuvo 52 días más en el cargo.