Aerolíneas en picada contra apertura parcial de fronteras: piden aclarar “letra chica”
Aunque ya se conocían detalles, este jueves el gobierno oficializó la medida que permite viajes al exterior desde el próximo 26 de julio. Hay una serie de dudas de cómo funcionarán algunas exigencias que impone el plan.
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El anuncio de apertura parcial de las fronteras que lanzó este jueves el gobierno generó más críticas que aplausos en la industria turística. Las aerolíneas tomaron la agenda y aprovecharon su reunión mensual con el Ministerio de Salud (Minsal) para intentar despejar las dudas, porque no sólo se prohibió el viaje a los menores de 12 años -al no contar con esquema de vacunación completa-, sino que además los viajeros que vivan a más de cinco horas de Santiago les subirá el costo que deberán asumir por estar en una residencia sanitaria.
"Nos preocupa que todavía exista letra chica", comentó la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila), porque son iniciativas que no se guían por las recomendaciones de la experiencia internacional, como las sugerencias del Organización Mundial de la Salud (OMS).
"El Covid-19 tendrá un efecto complejo en el transporte aéreo. Necesitamos trabajar en conjunto con la autoridad para evitar que esto se traduzca en pasajes más caros y menos destinos y líneas aéreas para los pasajeros", comentó Manuel Valencia, subgerente de comunicaciones y servicio al cliente del aeropuerto Nuevo Pudahuel.
El alza de tarifas aéreas se generará porque las aerolíneas podrán trasladar pasajeros fuera de Chile, pero volverán prácticamente vacíos, al no tener viajeros internacionales.
Los costos de la medida
En la reunión de ayer, las empresas solicitaron despejar las dudas respecto a la restricción de los menores de edad sin pase de movilidad. El problema es que con el plan se prohíben los viajes familiares, dado que la mayoría de los niños no tiene acceso a la vacuna, salvo aquellos con enfermedades crónicas.
Un segundo punto conflictivo es que los residentes que vuelen al extranjero deben tener un domicilio a cinco horas de distancia del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, en la Región Metropolitana. Por ejemplo, si una persona tiene su dirección en Concepción o La Serena deberá ingresar a una hotel sanitario por 10 días, el doble de tiempo que antes, costeado por su propio bolsillo. Eso involucra un gasto de hasta $ 1.000.000 por persona.
"Esto es una discriminación a las regiones más alejadas de Santiago", comentó Achila.
Otro punto que resta por resolver por el Ministerio de Salud, es cómo se homologarán los esquemas de vacunación que se realizan en otros países, lo que genera que los chilenos que viven en el extranjero y que quieran venir al país, no contarán con los mismos derechos que aquellos que lo han hecho en el territorio nacional.
Efectos financieros
Las aerolíneas esperaban poder reactivar con fuerzas sus operaciones tras los anuncios de ayer, pero en la práctica tendría poco efecto sobre el aumento de las operaciones. Esto se debe a que la actual oferta cubre el número de pasajeros que se subirá a los aviones, tanto en nacional como internacional. La industria estima que a partir de septiembre, cuando se avance en un plan más flexible, habrá una reactivación más rápida.
"Producto de esta apertura inicial habrá un pequeño aumento en el transporte doméstico, no así en el internacional porque las compañías se demoran en adaptar sus planes", dijeron en Nuevo Pudahuel.
Actualmente, en el aeropuerto de Santiago transita en promedio mensual 556.806 pasajeros, lo que representa una caída de 73% respecto de los 2.052.562 que viajaban en 2019, previo a la pandemia y el estallido social.
En vuelos nacionales, se hacían 858 operaciones por semana en 2019, y en este período la cifra bajó a 433. En tanto, entre estos mismos períodos pero en vuelos internacionales, se pasó desde 633 vuelos por semana a 135.
En el primer cierre de fronteras, entre marzo y noviembre de 2020 los pasajeros cayeron un 90% y desde abril 2021 a la fecha han caído 96%, en el segmento internacional.