Acuerdos de Producción Limpia amplían foco y se alinean a las metas de cambio climático de Chile

Un balance positivo realiza Juan Ladrón de Guevara, director ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) -ex Consejo para la Producción Limpia-, respecto de los Acuerdos de Producción Limpia (APL), convenio de carácter voluntario celebrado entre un gremio de un sector productivo y organismos públicos, enfocado originalmente en la gestión ambiental de las empresas, y que hoy se amplía, alinéandose con las metas del país en materia de sustentabilidad y cambio climático.

Estos acuerdos surgieron para apoyar planes y acciones de las empresas para hacer más sustentables sus condiciones productivas. No obstante, explica, hoy este objetivo es insuficiente ante una realidad mundial que se va complejizando con temas como el cambio climático, el uso del agua, las relaciones con la comunidad y la biodiversidad, lo que impone acuerdos más amplios que integren la mirada país.

“Chile tiene metas y compromisos internacionales en materia de cambio climático y desarrollo sustentable, hoy como agencia somos más proactivos en presentarle a las empresas estos retos y hacerlas parte de los desafíos”, afirma Ladrón de Guevara.

Desde su creación, a finales de 1990, se han firmado 132 APL y otros 79 se encuentran en distintas fases previas a su firma. Para 2017, se estima concretar unos 20 nuevos acuerdos, un promedio superior al registro, ya que anualmente se firman ocho, destaca el ejecutivo, lo que demuestra el aumento del interés de las empresas por los APL.

La agencia cuenta con instrumentos de co financiamiento para las metodologías de los acuerdos, pero con el fin de hacer más atractiva su oferta a las empresas, están creando nuevas herramientas para apoyarlas en la implementación de los APL.

“Estamos trabajando con Corfo en el desarrollo de instrumentos de financiamiento que ayuden a las empresas a cumplir con los acuerdos o avanzar en estas materias de sustentabilidad, es decir, mecanismos que ayuden a materializar inversiones”, adelanta Ladrón de Guevara.

Un modelo inédito

El director ejecutivo de la ASCC destaca, además del carácter voluntario de los APL, que Chile fue el único país en implementar este tipo de modelo de acuerdos.

“En el mismo período, en otros países se crean, por ejemplo, centros de producción limpia, donde se presta una asistencia técnica a las empresas, pero en un modelo de uno a uno. En cambio, en Chile la estrategia fue hablar con un gremio, invitarlo a negociar y firmar un acuerdo. A través de él lográbamos mayor cobertura, al dialogar con 10, 40 o 100 empresas en la misma instancia”, afirma Ladrón de Guevara.

En este sentido, resalta que los acuerdos han logrado instalar nuevas prácticas en varias industrias, las que se han convertido en un estándar.

Por ejemplo, en la agricultura a través de los APL se implementó el triple lavado de envases de pesticida, una práctica internacional que considera cadenas de recolección y que pasó a ser un estándar del sector.

En el caso de los puertos, adelanta que están avanzando para crear una estrategia común para que el rubro incorpore en su operación las dimensiones de impacto en la fauna, seguridad del ambiente de trabajo, emisiones atmosféricas y relación con las comunidades, entre otros aspectos.

“Se estima que de aquí al 2020 la mayoría de los puertos del país trabaje con un estándar de sustentabilidad”, sostiene el ejecutivo.

Respecto del impacto de estos acuerdos, indica que en materia de Gases de Efecto Invernadero (GEI), desde 2012, en promedio, los APL logran reducir 500 mil toneladas de CO2 al año. En relación al uso de agua, de 23 APL estudiados, se han logrado ahorros por 14.869.443 metros cúbicos al año.

“Lo valioso es que son reducciones voluntarias y que además demuestran que se pueden lograr con mejoras de eficiencia; las empresas realizan este trabajo porque les preocupa el tema medioambiental y les significa una mejora productiva”, concluye Ladrón de Guevara.