La Moneda intensifica gestiones y afina estrategia para evitar aprobación de un cuarto retiro de fondos
En el Ejecutivo se concentran en evitar la "fuga de votos" desde el oficialismo y no descartan recurrir al TC si la norma avanza en el Congreso.
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A una semana de que la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados someta a votación en general un nuevo proyecto que permite el retiro anticipado de fondos previsionales, desde La Moneda intensifican las gestiones para evitar que la norma logre en la Sala el respaldo de ChileVamos para que avance al Senado.
El ministro secretario general de la Presidencia, Juan José Ossa, junto al subsecretario de la cartera, Máximo Pavez, serán los encargados de monitorear los apoyos entre los parlamentarios del oficialismo y evitar la "fuga de votos".
Por lo mismo, ya han iniciado conversaciones para insistir en que la iniciativa es "perjudicial para las futuras pensiones" y que "no se justifica" en la coyuntura de un IFE extendido.
El resultado de la votación de la próxima semana es incierto, aunque se estima que podría ser aprobado en forma estrecha.
De esta forma, se podría superar la valla de la comisión, pero faltaría la decisión final de la Sala de la Cámara Baja, donde se necesitan diez sufragios del oficialismo para lograr los 2/3 requeridos (92 votos favorables).
En la comisión se espera que el Ejecutivo anuncie si va a impugnar la iniciativa ante el Tribunal Constitucional, como ya ocurrió en ocasiones anteriores cuando el subsecretario Pavez realizó reserva de constitucionalidad. Esto no implica que la decisión esté tomada, sino que se cumple con el "téngase presente" exigido por la legislación y "esa carta La Moneda se la guardará hasta el final del trámite", afirma un diputado del oficialismo.
Las cifras sobre la mesa
A la labor de Ossa se sumarán los ministros de Trabajo, Hacienda y Desarrollo Social, que entregarán una minuta a legisladores oficialistas, enfatizando que un cuarto retiro dejará a más de 5,6 millones afiliados sin ahorros y recuperarlo significa retrasar la edad de jubilación en casi siete años.
Otros aspectos apuntan a que más de la mitad de los retiros serían bajo $ 1.044.000, es decir, menos de los subsidios que pueden recibir las familias con acceso aI IFE y encuentren un nuevo empleo; y que los apoyos del Estado son una mejor alternativa, porque superan en unas dos veces el monto de un cuarto retiro para hombres y mujeres, y junto a los ingresos laborales, son cuatro veces más altos.
También se enfatizará que con un retiro del 100% de los fondos saldrán del sistema US$ 130.699 millones (proyecto con tope de 1.350 UF) o US$ 169.024 millones (proyecto sin tope) o, sea, el 73,5% y 95,3% del total de los fondos de pensiones, respectivamente. Y esta venta de activos impactará a la baja el valor cuota de los fondos; y diez millones de afiliados con recursos en sus cuentas podrían quedar sin saldo.
La presión sobre el oficialismo para no apoyar el nuevo retiro también viene del candidato presidencial del sector, Sebastián Sichel.
En la oposición está pendiente una reunión de bancada de los diputados de la Democracia Cristiana para definir su postura. Esta debe estar en sintonía con lo que resuelva la candidata presidencial de Unidad Constituyente, Yasna Provoste, que hasta ahora ha señalado que espera tener información sobre el resultado del pago de los IFE para pronunciarse sobre el tema.