Se deterioran expectativas de crecimiento y pronósticos del mercado para el PIB del próximo año se afianzan bajo el 3%
En línea con el ajuste hecho por el gobierno, los economistas se cuadraron con una expectativa de Imacec para octubre negativo o, en el mejor de los casos, nulo.
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Nuevos descensos experimentaron ayer las expectativas de crecimiento para la economía chilena de este y el próximo año por parte del mercado. Si el 2% aparece hoy como un número más probable para este ejercicio, las estimaciones se tendieron a ajustar bajo el 3% para 2020.
Detrás de los recortes estuvo el incremento de 3% -menor a lo previsto- que exhibió el Indicador de Actividad Económica (Imacec) en septiembre, comparado con igual mes de 2018, según informó el Banco Central, lo que se vino a sumar al escenario de incertidumbre en que ha derivado el conflicto social que estalló en el país desde mediados de octubre.
Los analistas esperaban un 3,5% dado el marco de recuperación que se comenzaba a vislumbrar en la segunda parte del año y que marcaba distancia con el magro primer semestre. Pero el Imacec no minero sólo mejoró 3,5% impulsado por la mayor actividad en servicios y construcción, mientras el minero cayó de 1,6%.
A esto se une el panorama que se empezó a delinear el 18 de octubre con un conflicto que se ha manifestado en marchas pacíficas masivas y en la destrucción de bienes públicos y privados, lo que ha mantenido al país funcionando a media máquina.
Eventos en desarrollo
Hasta el momento, la información entregada por el gobierno apunta a daños en infraestructura que llegarían a los US$ 3 mil millones y ya hizo un ajuste su expectativa para el Producto Interno Bruto (PIB) de 2019 ubicándolo entre 2% y 2,2% desde el 2,6% que tenía previsto.
Ante ello, el mercado se cuadró e hizo ajustes para este año, asumiendo a su vez una disminución para el Imacec en octubre o, en el mejor de los casos, nulo.
Y los recortes que hicieron los agentes para este ejercicio se extendieron también hacia 2020, ya que la mayoría prevé un menor crecimiento y coinciden en que el nivel al que se llegue dependerá de cómo se vayan desarrollando una serie de sucesos.
Por un lado, está el nivel de protestas, mientras que por otro los acuerdos que se puedan dar para satisfacer las demandas sociales. “El impacto en el PIB y otras variables macroeconómicas dependerá de cómo evolucionen las políticas y del impacto en las expectativas del mundo privado. Sin manejar una cifra definitiva, en un escenario optimista podríamos hablar de 5 décimas de menor crecimiento para 2020”, señaló el subgerente de Estudios de Econsult, Mauricio Carrasco.
El impacto en la inversión es lo que todos están asu8miendo como el efecto duradero que logró permear las expectativas para el róximo año, aun cuando en lo que queda del año se logre retomar un ritmo de cierta normalidad en la actividad.
Así lo vislumbra el economista e investigador de Clapes UC, Luis Felipe Lagos, quien por lo mismo puso enfásis en lo crucial que serán los acuerdos que se alcancen entre el gobierno y el Parlamento en materia tributaria, dado que ahí se puedan originar acciones que incentiven la inversión, como el incentivo de depreciación acelerada.
Desde Itaú, explicaron que dado que en terminos de inversión ya estaría “jugado” gran parte del año -con lo que preveén un crecimiento de 2,5% a 3%- para el próximo ven un inevitable impacto, aun cuando reconocen un gasto en reconstrucción.
En tanto, el economista jefe de Moody’s Analitics, Alfredo Coutiño, ajustó para la inversión un crecimiento entre 3,5% y 4% para 2020.
Economistas ven margen para un mayor aumento del gasto fiscal
Si bien la agenda social anunciada por el gobierno involucra un costo fiscal de unos US$ 1.200 millones y, por ende, un gasto superior al previsto originalmente, los economistas miran con cierta tranquilidad el escenario. Incluso, no se desestima que el citado monto sea mayor.
"Con lo anunciado hasta ahora calculamos que el gasto estará en 3,8%, lo que va a determinar dos décimas más de déficit fiscal, lo que creemos es algo perfectamente manejable", explicó el economista jefe de BCI, Sergio Lehmann. Y agregó, ante la posibilidad de que dicho gasto deba crecer, que "más allá del número en particular que se defina para 2020, creo que la señal más potente está con el compromiso de ir bajando la deuda pública en relación al PIB hacia delante".
En esta misma línea, el economista Senior de LyD, Tomás Flores mencionó que aun cuando no es claro el impulso fiscal que implementará el ministro de Hacienda, Igncio Briones, visualiza el déficit con un sesgo al alza.
"El país sigue teniendo una deuda muy baja y cuentas fiscales ordenadas. Por lo mismo, las primas por riesgo país se han movido muy poco en la actual coyuntura. Adiciones acotadas al gasto no debiesen tener mayor impacto en estas primas", señaló el economista de Banco Santander, Gabriel Cestau.