Banco Central sube alertas con aguda baja de proyección de PIB 2019 y advierte sobre 40 horas
Pese al cuadro más sombrío del IPoM, el presidente del ente emisor recalcó que la situación externa no es la de 2008-2009 y que Chile volverá a crecer a tasas de 3% en el futuro. Sin explicitarlo, sugirió la necesidad de un debate de reformas o iniciativas que tomen en cuenta que el mundo es más incierto.
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En apenas un año el escenario económico previsto por el Banco Central tuvo un cambio radical. Si en septiembre de 2018 su titular, Mario Marcel, presentaba ante el Senado el Informe de Política Monetaria (IPoM) más optimista de su gestión, esta vez el ánimo se enfrió.
Hace doce meses, el ente rector anticipaba una “realista” -calificó en ese minuto- expansión del Producto Interno Bruto (PIB) entre 3,25% y 4,25% para 2019, la que en junio redujo a 2,75%- 3,25% y ayer aún más hasta 2,25%-2,75%.
La rebaja contagió a 2020, período para el cual bajó la estimación desde 3%-4% a 2,75% y 3,75%.
“La persistencia y creciente complejidad de los conflictos, así como el predominio de un mayor pesimismo, hará que el impulso externo de la economía chilena sea bastante inferior a lo previsto en el IPoM de junio”, afirmó Marcel.
En un recuadro del IPoM dedicado al tema, se advirtió que en el escenario más probable “se prevé que los efectos de la guerra comercial en las exportaciones chilenas serán mayores en adelante”.
Ya el volumen exportado de bienes acusó caídas anuales de 2,5% y 4,4% en el primer y segundo trimestre.
En el ámbito interno, la inquietud expuesta por el Central fue la desaceleración del consumo, cuyo aumento previsto disminuyó de 3,1% a 2,7%. E, incluso, la autoridad recortó su pronóstico para la inversión a 4% este año.
No habrá recesión
Ante la abrupta desaceleración de la actividad, los senadores de oposición apuntaron sus dardos a Hacienda por actuar “tardíamente” con medidas reactivadoras y recordaron que ante la crisis financiera internacional no se dudó en usar la política fiscal para apuntalar la economía.
Marcel indicó que la primera en actuar frente al ciclo económico es la política monetaria y lo ha hecho con una baja de tasas de 100 puntos base en solo tres meses. Y si bien recordó que en 2008-2009 la política fiscal tuvo un rol importante con medidas del lado tributario y del gasto que ayudaron al país a enfrentar ese escenario, recalcó que “la situación actual no es esa coyuntura”.
“El grado de deterioro en la economía internacional no es la que se produjo durante la crisis internacional y su impacto sobre la economía chilena no es el que está teniendo ahora”, manifestó.
“El escenario base involucra un empeoramiento de las condiciones externas, no de recesión mundial”, dijo.
De hecho, en su discurso Marcel aseguró que pese al empeoramiento del escenario externo, la entidad estima que la economía volverá a crecer a tasas de 3% o más en los próximos años. Esto, en un marco en que la inversión está creciendo, que se ha reducido la vulnerabilidad del país a fluctuaciones cambiarias en los últimos años y donde las autoridades están respondiendo con prontitud a cambios en el escenario económico.
Marcel fue enfático al señalar que lo que diferencia a la economía chilena es que su capacidad para adaptarse, responder y defenderse de la volatilidad internacional, es mucho mayor que la de las economías del mundo.
Eso sí, al finalizar su análisis, destacó que enfrentar un mundo incierto va más allá de la política monetaria. “En la discusión de reformas, programas e iniciativas en distintos ámbitos, es importante reconocer que estas no se darán en un contexto de prosperidad ilimitada, sino en un período con muchos riesgos. En esta etapa, los países que actúen con mayor coherencia y unidad de propósito tendrán mayor posibilidad de prevalecer que aquellos que lo hagan de manera pasiva, desordenada o contradictoria”, sentenció.
Marcel dice que escenario es "distinto"
a última vez que se redujo la jornada laboral
El presidente del Banco Central, Mario Marcel, hizo un llamado a la prudencia al abordar el debate sobre la reducción de la jornada laboral en el país, en medio del avance en el Congreso de la moción para reducirla desde 45 a 40 horas semanales.
En conferencia de prensa, y tras presentar el IPoM de septiembre en el Congreso, la autoridad planteó que la discusión también debe centrarse en el impacto de una iniciativa de dicha magnitud en la productividad y en el costo laboral.
"Una reducción de la jornada laboral, como la que se está discutiendo, es un cambio significativo para la economía en general. Uno esperaría una discusión donde los actores estén conscientes de las implicancias. Se está reduciendo entre 9% y 22% la jornada laboral, lo que es mucho más que la última vez que se debatió este tema", dijo el economista.
De hecho, recordó que en 2005, año en que se rebajó de 48 a 45 horas la jornada laboral a la semana, la economía estaba en un ciclo al alza, situación diferente a la actual. "El escenario es muy distinto hoy respecto al 2005, cuando se discutió una rebaja en la jornada laboral. El PIB potencial era 5% y hoy es 3%", advirtió.
Si bien señaló que las iniciativas tanto del Ejecutivo como de las diputadas del PC, Karol Cariola y Camila Vallejo, pueden tener una orientación positiva, con el foco en aumentar el tiempo libre de los trabajadores, pidió también instalar en la discusión la importancia de la productividad y los costos laborales.
"Entre 15% y 29% subirían los costos laborales con los proyectos de rebaja de la jornada laboral, la sala cuna universal y la reforma de pensiones. Esto es más que lo que han subido las remuneraciones", advirtió el timonel del instituto emisor.