Sostenibilidad

Las cifras del primer fondo "abierto" de impacto a un año de su operación

Quest Doble Impacto ha invertido más de $ 3.500 millones en deuda privada de organizaciones o iniciativas con impacto social y medioambiental en sus primeros 12 meses de operación.

Por: Rocío Vargas Suárez | Publicado: Miércoles 12 de agosto de 2020 a las 13:10 hrs.
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Proyectos de eficiencia hídrica, electromovilidad y producción sostenible son algunas de las iniciativas financiadas por Quest Doble Impacto. Foto: Agencia Uno.
Proyectos de eficiencia hídrica, electromovilidad y producción sostenible son algunas de las iniciativas financiadas por Quest Doble Impacto. Foto: Agencia Uno.

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Las inversiones de impacto comienzan a cobrar fuerza en Chile. A un año de iniciar su operación, Quest Doble Impacto, el primer fondo público "abierto" de impacto del país, realiza un balance positivo. Desde su creación en agosto de 2019, ha invertido $3.500 millones en proyectos con impacto social y medioambiental y esperan cerrar el año con $ 7 mil millones.

Alejandro Valenzuela, socio de Quest Capital, explica que Quest Doble Impacto es un fondo abierto "donde cualquier persona que tenga una cuenta de inversiones en una corredora de bolsa puede comprar cuotas del fondo y, de esa forma, invertir en todas estas organizaciones e iniciativas que generan retornos e impactos". Es decir, no es necesario ser invitado para participar del fondo.

A la fecha cuentan con más de 50 inversionistas y han financiado 37 iniciativas en áreas de eficiencia hídrica, electromovilidad y producción sostenible, publicados en la plataforma de crowdlending (préstamos colectivos), Doble Impacto.

"Cada vez que Doble Impacto aprueba internamente un proyecto que quieren financiar, en la medida que éste cumpla con ciertas condiciones, se lo ofrecen al fondo. La administradora del fondo analiza cada uno de estos financiamientos que han sido aprobados por Doble Impacto, y se determina si vamos a participar en esa operación y con cuánto dinero", señala Valenzuela.

En detalle, de estas 37 iniciativas financiadas, cuatro proyectos han tenido un alcance nacional -los cuales se tradujeron en financiamientos para la Fundación Educación 2020, Fundación para la Superación de la Pobreza, Fondo Esperanza y Educrea- y 26 de alcance comunal.

Valenzuela cuenta que entre estos últimos se encuentra la adquisición de 54 vehículos eléctricos, la compra de 900 purificadores de agua que se conectan a la red de agua potable, evitando la generación de tres toneladas de residuos plásticos, ambos en la región Metropolitana. A esto se suma la conversión de 30 hectáreas de berries a cultivos orgánicos en la Región del Maule y la construcción de dos sistemas de agua potable rural en la Araucanía, beneficiando a más de 15 mil personas, entre otros.

La lógica de la creación de este fondo en alianza con Doble Impacto, dice, "fue para que pudiéramos tener un rol importante en las operaciones que son de montos y plazos mayores, que normalmente son más difíciles de financiar en la plataforma con los inversionistas individuales".

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Desafíos

Valenzuela dice que en este primer año "hemos cumplidos varios objetivos. Primero, el fondo ha hecho inversiones que efectivamente han generado un impacto importante en la sociedad y en el medioambiente. Y por otro lado, también ha entregado una rentabilidad que consideramos súper razonable para los aportantes, con un retorno anual cercano al 6,5%".

Explica que el comportamiento de pago en este tipo de financiamiento "es mucho mejor", ya que "en eso de conocer bien a quién le estás financiando un proyecto, entender por qué lo hace, su motivación y cuáles son sus buenas prácticas, finalmente se traduce en un mejor retorno para el inversionista".

Añade que la inversión en proyectos sostenibles es una forma de invertir "que está entrando con mucha fuerza a Chile", sin embargo, todavía hay que convencer a los inversionistas con hechos concretos y alejarlos de la idea de que se trata de filantropía.

"Inicialmente, cuando ofrecimos este fondo, nadie entendía muy bien qué eran las inversiones de impacto. Están muy acostumbrados a ver, por un lado, la filantropía tradicional y por otro, la inversión financiera tradicional. Y en realidad es una forma de invertir donde se involucran criterios distintos al riesgo y al retorno solamente, como lo son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)", dice.

Valenzuela indica que tienen el desafío de transmitir la necesidad de incorporar estos nuevos criterios de inversión y tratar de educar a los inversionistas que todavía no conocen en detalle de qué se trata la inversión de impacto, y "que son muy escépticos respecto a que se pueda invertir teniendo un impacto positivo junto a un retorno adecuado". 

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