Mujeres emprendedoras y reactivación: una oportunidad para crecer juntos
Alejandra Mustakis, emprendedora y empresaria chilena
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Alejandra Mustakis, emprendedora y empresaria chilena
Fue en 2022 cuando en Chile se comenzó a hablar de “estanflación” para referirse a la mezcla entre alta inflación y una economía estancada que se produjo cuando el país acumuló alzas de precios y desaceleración. Aunque los índices fueron repuntando moderadamente, este 2024 las expectativas de crecimiento iniciales han debido ajustarse a la baja.
¿Qué tiene que ver todo esto con el 19 de noviembre, Día Internacional de la Mujer Emprendedora? Muchísimo, en especial si consideramos que las pequeñas y medianas empresas son el motor de la economía local y también las responsables de generar más de la mitad de los empleos en el país. ,En Chile el emprendimiento femenino es cada vez mayor, así lo avalan los resultados del reporte “Global Entrepreneurship Monitor 2023-2024” donde se establece que desde la perspectiva de género, en Chile existe escasa diferencia entre la tasa de actividad emprendedora masculina (32%) y emprendedora femenina (30%). Además, según un estudio de ChileConverge, 36% de las mujeres emprendedoras inician negocios buscando mayores recursos e independencia económica.
Las mujeres emprendedoras no sólo crean empleos: tienen la capacidad de lanzar al mercado empresas más resilientes y con un enfoque innovador, adaptándose mejor a las demandas y a los problemas específicos de sus comunidades.
El beneficio es tal, que en paralelo a estos intereses de base y al desarrollo personal y profesional que obtiene cada emprendedora, el emprendimiento es una poderosa herramienta para impulsar la recuperación chilena en tiempos de crisis gracias a su aporte en diversificar y fortalecer la economía mediante la inclusión de más mujeres en distintos sectores productivos.
Las mujeres emprendedoras no sólo crean empleos: tienen la capacidad de lanzar al mercado empresas más resilientes y con un enfoque innovador, adaptándose mejor a las demandas y a los problemas específicos de sus comunidades. Esta visión inclusiva es fundamental hoy en día, porque con enfoques y soluciones más variados y representativos de las necesidades de la población, se da pie a un crecimiento económico sostenido y más equitativo.
Tal como ellas, existen muchos ejemplos más y la idea de resaltarlas no es sólo porque el emprendimiento femenino sea algo “bonito” o “necesario” en los tiempos actuales. Su impacto va mucho más allá. ONU Mujeres asegura que el empoderamiento laboral de las mujeres contribuye a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo, mientras que un estudio de la consultora McKinsey afirma que si las mujeres tuvieran el mismo rol que los hombres en el mercado laboral, el PIB global aumentaría en regiones como América Latina.