En el centro de la tormenta hay una simple pregunta que los analistas y comentaristas del mercado se han estado haciendo desde que Credit Suisse anunció durante el verano que reduciría su banca de inversión y rebajaría sus costos en 1.500 millones de francos suizos (1.550 millones de euros): ¿Qué tamaño tendrá realmente el agujero de capital?
El mes pasado, los analistas de Deutsche Bank estimaron una necesidad de 4.000 millones de francos suizos adicionales debido a los costos de reestructuración, el crecimiento de otras líneas de negocios y la presión regulatoria para fortalecer sus ratio de capital.
El viernes, los analistas de Keefe, Bruyette & Woods situaban la cifra en 6.000 millones de francos suizos. Argumentaron que esto dejaría a Credit Suisse , después de desprenderse de activos, solicitando a los inversores 4.000 millones de francos suizos "para adaptarse a un plan de crecimiento claro y/o compensar cualquier incógnita, como litigios o temores de pérdida de clientes".
Para un banco cuya capitalización de mercado se ha reducido a 10.000 millones de francos suizos en las últimas semanas tras una caída del 25% en el precio de las acciones, la perspectiva de apelar a los inversores, que ya han tenido que capear pérdidas por escándalos como Archegos y Greensill, parece cada vez más desalentadora. Los altos ejecutivos del banco, que dará a conocer un plan detallado para su brazo de inversión a finales de mes, insisten en que un aumento de capital sería el último recurso.
"Quiero ser claro, no hemos sondeado a los inversores en busca de capital", dijo un banquero que participó el fin de semana en las llamadas a los principales clientes y contrapartes para tratar de tranquilizarlos sobre la salud financiera del banco. "Haremos ventas de activos y desinversiones solo para financiar el fuerte giro que pretendemos dar para lograr un negocio estable". La entidad planea vender parte de su banco de inversión, incluido el preciado negocio de productos titulizados, que, según los analistas, podría recaudar hasta 2.000 millones de francos suizos.
Rumores de colapso
Los gestores de Credit Suisse se han visto obligados a la ofensiva del encanto ante el aumento en los diferenciales de los swaps de incumplimiento de crédito del grupo la semana pasada, lo que indicó que los inversores se estaban volviendo cada vez más bajistas con respecto al grupo.
Durante el fin de semana, las redes sociales y los foros web se inundaron de rumores sobre el inminente colapso del banco. El lunes quedó claro que la campaña de comunicación del banco no había logrado calmar a unos mercados nerviosos. Los inversores se apresuraron a vender acciones y bonos de Credit Suisse, mientras compraban CDS. El CDS a cinco años de Credit Suisse se disparó más de 100 puntos básicos el lunes, y algunos operadores lo cotizaron hasta 350 puntos básicos, según las cotizaciones consultadas por Financial Times.
Las acciones del banco cayeron a mínimos históricos por debajo de los 3,60 francos suizos, cediendo casi el 10% cuando abrió el mercado. Los dos temas que parecen preocupar más a los inversores y comentaristas de las redes sociales son la posición de capital del banco, que refleja su capacidad para absorber pérdidas, y sus niveles de liquidez, que se pondrían a prueba en períodos de estrés a corto plazo.
El banco insiste en que ninguno de los dos presenta riesgos. En sus últimos resultados trimestrales de julio, Credit Suisse comunicó una ratio de capital ordinario de primera categoría del 13,5 %, dentro de su objetivo del 13-14 % para este año. Eso representa un aumento sobre el 11,4 % en 2015 y el 12,9 % en 2020, y equivale a 37.000 millones de francos suizos de capital. En comparación con otros bancos europeos, Credit Suisse tiene un índice CET1 similar al de UBS, HSBC, Deutsche Bank y BNP Paribas. Además, el banco tiene 15.700 millones de francos suizos de capital de primera categoría adicional, que incluye los llamados bonos "convertibles contingentes", o cocos porque pueden convertirse en acciones en tiempos de estrés.
Credit Suisse recaudó 1.500 millones de dólares de capital AT1 durante el verano, con una oferta de bonos que pagó al 9,75%. Si bien en ese momento la emisión parecía costosa, desde entonces varias agencias de crédito han rebajado la calificación del banco y el bono ofrece actualmente un rendimiento del 12,5%. Además, en sus últimos resultados financieros, el banco tenía 44.200 millones de francos suizos de "capital de empresa en quiebra", fondos propios adicionales requeridos por el regulador suizo para absorber pérdidas.
"Tendríamos que destruir 97.000 millones de francos suizos de capital antes de que les suceda algo a los clientes o empleados", dijo un ejecutivo de Credit Suisse, sumando el capital CET1, AT1 y de negocio en quiebra. "UBS quemó miles de millones en la crisis financiera y fue rescatado. Esto no es Credit Suisse hoy".
También se hicieron comparaciones durante el fin de semana con la fuerte liquidación de la deuda de Deutsche Bank en 2016, cuando las preocupaciones en relación a que el banco alemán tendría que omitir algunos pagos de cupones en sus bonos impulsaron fuertes movimientos en el mercado de CDS. "Seríamos cautelosos al establecer paralelismos con los bancos en 2008 o Deutsche Bank en 2016", dijo Andrew Coombs, analista de Citigroup. "El mercado parece estar valorando un aumento de capital altamente dilutivo. No creemos que ésta sea una conclusión inevitable, por lo que diríamos que Credit Suisse es una compra para los valientes en estos niveles".
Liquidez
Cuando se analizan los niveles de liquidez del banco, Credit Suisse tiene un índice de cobertura de liquidez del 191%, que es significativamente más alto que la mayoría de sus pares. El índice es un reflejo de la cantidad de activos financieros altamente líquidos que posee el banco que pueden utilizarse para cumplir con obligaciones a corto plazo.
"Desde nuestra perspectiva, al observar los resultados del segundo trimestre, vemos que la posición de capital y liquidez de Credit Suisse es saludable", dijo Kian Abouhossein, analista de JPMorgan.
A última hora del lunes, los accionistas del banco parecían tranquilos por los mensajes enviados por los analistas, aunque también hay voces cada vez más fuertes que han pedido que se anticipe la presentación del nuevo plan estratégico.
Al cierre del mercado de Zúrich este lunes, las acciones de Credit Suisse se habían recuperado aproximadamente los niveles de inicio del día en 4 francos suizos. Mientras tanto, en Australia, un periodista de negocios de ABC que había enviado un tuit ampliamente difundido el sábado en el que sugería que un gran banco de inversión internacional estaba "al borde del abismo" eliminó la publicación y su empleador dijo que le había recordado sus pautas para las redes sociales.