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Columnistas

Liderazgo y cultura: agilidad, responsabilidad y conexión

Claudia Pichuante, senior manager de Strategy & Consulting, Accenture Chile

Por: Equipo DF

Publicado: Jueves 13 de octubre de 2022 a las 20:50 hrs.

Mientras se prolonga la "Gran Dimisión", las personas siguen reevaluando su vida y sus prioridades. Todo forma parte del "Gran Replanteamiento". Como empleador y empresa, ¿en qué situación se encuentra? ¿Cómo puede enfocar la gestión de la fuerza laboral y la búsqueda de las personas adecuadas? No hay duda de que este entorno es increíblemente desafiante tanto para los empleados como para los empleadores, pero también presenta una oportunidad para los líderes que reconocen que, en estos tiempos, la cultura es más importante que nunca.

La cultura puede parecer intangible, pero en su esencia es la identidad, las creencias, los símbolos y las pautas compartidas por un grupo. Es lo que la gente hace, cómo lo hace y por qué lo hace, juntos, y debe verse reflejada en todos los elementos organizacionales y por supuesto en las personas que la componen. Cada vez hay más consenso en que la cultura no es algo periférico para las empresas. Las cifras hablan por sí solas: según un nuevo estudio de Accenture, 92% de los líderes empresariales a nivel mundial cree que, al mejorar la cultura, mejora el negocio, mientras 80% de las personas que están buscando trabajo dice que buscan una cultura sólida.

Para alcanzar una cultura exitosa, los líderes empresariales de hoy deben tener como foco tres palabras clave: agilidad, responsabilidad y conexión. El liderazgo ágil fomenta un entorno altamente innovador y descentralizado. Adopta un grado de confianza y experimentación que se opone al modelo de gestión de "mando y control" del siglo XX, y es especialmente importante en tiempos de incertidumbre y transformación comprimida. La agilidad es crucial en las grandes organizaciones con jerarquías y procesos complejos, sistemas y normas difíciles de desmontar. Los líderes ágiles proporcionan a los equipos información, herramientas y habilidades, y fomentan la colaboración rompiendo los silos, generando en definitiva un espacio de confianza.

El liderazgo responsable se centra en el propósito de la organización y su papel en la sociedad, teniendo en cuenta el contexto más amplio, desde la agitación política y económica hasta los movimientos de justicia social y los requisitos de sostenibilidad. Los líderes comunican el propósito de la organización, dirigen con una fuerte brújula moral y desarrollan una cultura próspera dirigida por las personas. Atraen a diversas partes interesadas y fomentan entornos inclusivos en los que las personas tienen voz, sienten que pertenecen a la organización. Para avanzar en los objetivos comunes, los líderes responsables inspiran una visión compartida de prosperidad sostenible para la organización y sus stakeholders.

Finalmente, el liderazgo conectado crea cohesión en la organización. Dado que se satisfacen sus necesidades holísticas, las personas están motivadas para dar lo mejor de sí mismas y producir mejores resultados empresariales. Es fundamental que los líderes conectados creen experiencias omnicanales. La omnicanalidad ayuda a garantizar que las personas puedan participar plenamente y tener una experiencia equitativa, forjando relaciones, creando valor e impacto tanto personal como empresarial, y haciendo crecer sus carreras.

Los tiempos que corren representan un momento decisivo. Los líderes que son ágiles, responsables y están conectados pueden gestionar, motivar, incluir e inspirar a sus trabajadores de forma eficaz y constante. Pueden crear experiencias omnicanales, en las que las personas sepan que pertenecen, que tienen voz y que son vistas, seguras y conectadas. Al hacerlo, los líderes pueden estar a la altura de sus promesas y quizás incluso alcanzar la "Gran Conexión".

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