Beppe Grillo un cómico que no es para reir

Voz de protesta para algunos, demagogo populista para otros, el comediante italiano Beppe Grillo se ha convertido en un serio jugador político de su país luego de que su organización anti establishment, el Movimiento Cinco Estrellas, lograra una importante victoria en las elecciones parlamentarias de 2013.

Una vez desaparecido de la televisión, donde figuró por 20 años, Giuseppe Piero Grillo –su verdadero nombre– ha creado una marca de políticos con su propio sello que han llevado al M5S a ser la tercera agrupación más votada, una fuerza que ninguna encuesta podía prever.

La insatisfacción con la clase política tradicional, tanto de derecha como de izquierda, ha impulsado a un partido que ha hecho de internet su base y método de selección de desconocidos para convertirlos en candidatos.

A sus 68 años, el humorista de cabello gris abundante ha sacudido los cimientos del sistema italiano y no sólo logra manejar a grandes masas en una plaza sino también inspirar a cientos de miles a través de las redes sociales.

Es hoy quien amenaza la “estabilidad” de la política tradicional, la permanencia del primer ministro Matteo Renzi en el gobierno, y la membresía de su país en la Unión Europea.

El M5S es uno más de los que en estos tiempos remece a Bruselas y a los mercados, así como lo han hecho el Brexit, el partido Alternativa para Alemania y el ecologista, Alexander van Der Bellen en Austria, por ejemplo. Cada uno, a su manera, ha impulsado el debate sobre el futuro de la moneda única y han captado más seguidores de lo que los políticos tradicionales hubiesen imaginado.

Héroe de Time

Nacido el 21 de julio de 1948 en la ciudad costera de Genova, se formó como contador antes de asumir la comedia. Junto a su segunda esposa cuida de seis hijos producto del actual y de anteriores matrimonios de ambos.

A finales de los años ‘70, era una estrella regular de la TV y dos décadas después “voló” al teatro tras ser censurado por el medio.

Como parte de sus giras, grandes temas como el consumismo y el medio ambiente captaron su atención, lo que lo llevó a iniciar su propio blog en 2005, hoy día uno de los más populares en Italia.

Ese año, la revista Time lo eligió “héroe europeo”, al señalar que utilizaba su “humor potente y de alto calibre para indagar los problemas sociales que los políticos no quieren tocar”.

Hoy es norma de la casa no participar en debates televisivos y comunicar las ideas por internet.

Con su verbo ágil e irónico, plantea abolir a los partidos porque los considera fuente de corrupción; eliminar los sueldos dobles y vitalicios a los políticos; devolver al Estado los 100 millones de euros (US$ 106 millones) que corresponden durante las campañas luego de que éstas finalicen; fundar un banco estatal, internet gratuito y libre para todos, agua pública y movilidad sostenible.

Sus propuestas han llevado a la izquierda y a la derecha a debatirse en cuál espectro ubicar a Grillo y, en medio, lo tildan de populista.

Sus críticas a la política siempre van cargadas de humor satírico: al magnate de las comunicaciones, Silvio Berlusconi, lo llama “cadáver ambulante”, y al ex premier Mario Monti le dijo “Rigor Montis”, un juego de palabras con rigor mortis.

El líder nunca candidato

Habiendo sido condenado en 1980 por homicidio involuntario de tres personas, Beppe Grillo decidió y aún defiende su imposibilidad de presentarse como candidato.

El también activista social conducía entonces un auto, junto a una familia amiga –una pareja y su hijo– cuando se vieron involucrados en un accidente de tránsito. Los otros tres ocupantes perdieron la vida y él “no hay día que no lo recuerde”.

En todo caso, nunca ha intentado que le devuelvan sus derechos civiles, pues considera que ningún condenado debe ocupar cargo público. Además, para él no es necesario que el movimiento tenga un rostro visible como ocurre en la política “de antaño”. Describe a su creación, el M5S, como una asociación en la que los ciudadanos deciden lo que ellos quieren, dónde y cómo lo quieren. “Una civilización diferente”, según explica. Un cambio que a unos preocupa y a otros encanta.