Gigante chino Hisense trae televisores Toshiba a Chile y busca crecer en el país
La multinacional Hisense comercializará la marca en asociación con Falabella, empresa que tendrá la exclusividad para vender los productos.
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Cinco años atrás, el grupo multinacional chino Hisense compró los derechos de los televisores y las barras de sonido de la tecnológica japonesa Toshiba. Con esto, acordaron el manejo de la marca por 40 años, cuyo diseño permaneció en Japón, mientras la producción pasó a China.
Tras la compra, Hisense, fundada en septiembre de 1969 y patrocinador oficial del Mundial de Fútbol que se realizará este año en Catar -al igual que lo fueron en 2018, en Rusia-, comenzó a relanzar Toshiba alrededor del mundo y ahora le llegó el turno a Chile.
En una inversión en conjunto con Falabella, que tendrá la exclusividad de la venta de la marca, el grupo chino ya empezó durante las últimas semanas a comercializar los televisores en el país.
Eduardo Roman, vicepresidente de Ventas y Marketing de Hisense en Chile, afirma que el gigante chino “llegó a Chile para quedarse y la apuesta de la compañía es arraigarse en el mercado local. Desde esta oficina manejamos otros seis países de Latinoamérica”.
Además de Toshiba, Hisense, con su estrategia multimarca, ya cuenta con presencia en Chile en el mercado de los electrodomésticos, con la marca eslovena Gorenje y la sueca Asko, además de sus productos tecnológicos propios, que van desde línea blanca hasta televisores.
Chile es un “early adopter”
Roman dice que para la empresa Chile es un mercado muy atractivo, debido a que históricamente ha mostrado altos niveles de consumo en tecnología y que, si bien ha tenido altibajos, el rubro siempre ha ido al alza.
Las estimaciones de la compañía china en el negocio de los televisores hablan de un mercado que vende 1,5 millones de unidades al año, lo que significa alrededor de US$ 400 millones. La apuesta de Hisense es lograr una participación de mercado de dos dígitos en el segmento de pantallas de 60 pulgadas hacia arriba, que identifican como el 15% del total de este sector, cerca de unos US$ 60 millones.
Estos números consideran una contracción del mercado de hasta un 40% en 2022, debido a que, en 2021, en el contexto del boom del consumo ocurrido luego de los tres retiros de los fondos de pensiones, los números llegaron a cifras récord.
“Vemos que el mercado está cambiando. En 2021, dada la oportunidad de consumo que hubo, aparecieron muchas marcas que no se comercializaban en Chile y hoy están reduciéndose (…) el mercado está por sí solo ordenando los jugadores. Siempre van a haber pocos que tomen parte importante del mercado y ahí queremos estar”, argumenta Roman.
Agrega que, para el próximo año, si bien ven un contexto desafiante, creen que hay muchas oportunidades: “El mercado de alta tecnología en Chile siempre va a existir. Hay un consumidor muy informado, que ya empezó a comprar Toshiba incluso antes que lancemos, porque conoce y compara en distintas páginas web internacionales que hablan de los atributos de las marcas. Claramente son early adopters (adopción temprana)”.
En esa línea, revela que para 2023 se están planteando niveles de consumo similares a 2018 y 2019, de ahí sus estimaciones de un mercado que venda entre 1,3 y 1,5 millones de televisores.
“Lo que está ocurriendo es un recambio y, pese al escenario económico, un mercado de esta magnitud es muy atractivo”, sostiene. “La evaluación del mercado chilenos es muy alta. En mi caso, me toca ver también Paraguay y Bolivia y, cuando uno compara Chile con esos mercados, tiene un desarrollo realmente de avanzada”.
Finalmente, señala que el ticket promedio del comprador nacional es más alto que en todo el resto de los países de la región, ya que Chile tiene un acceso más barato a la industria tecnología.
Las sociedades
El proyecto de Toshiba en Chile tiene a Falabella como principal socio de Hisense, que ya trabajaba con este grupo empresarial comercializando su línea blanca a través de Sodimac. Roman afirma que la estrategia y posicionamiento de Toshiba como marca “hizo match” con la compañía chilena, por lo que decidieron invertir en conjunto.
El ejecutivo comenta que Hisense también se destaca por desarrollar televisores con tecnología láser y que uno de los proyectos futuros es traer estos productos a Chile en los próximos años.
Por otro lado, desde el inicio de la pandemia el sector tecnológico se ha visto afectado por la crisis del transporte marítimo y las demoras en la llegada de los fletes. Por este motivo, Hisense mantiene una alianza con la naviera china Cosco.
“Esto nos permite tener costos muy competitivos respecto a otros players y, sobre todo, nos asegura volúmenes de entrega”, dice Roman.