Entre Códigos

Patricio Jamarne, veedor: “Los acreedores están haciendo mayores esfuerzos para tratar de salvar a las empresas”

Con una larga trayectoria en estos procesos, adelanta que de continuar la crisis sanitaria y económica, habrá un aumento de empresas que opten, sobre todo, a iniciar procesos de liquidación.

Por: | Publicado: Lunes 18 de mayo de 2020 a las 04:00 hrs.
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Con casi 40 años de trayectoria en casos de reorganización e insolvencia de empresas, Patricio Jamarne, es uno de los veedores más solicitados en los procesos judiciales. Si bien desarrolló su carrera como síndico liquidador, hoy está enfocado en favorecer acuerdos entre las firmas deudoras y sus acreedores para facilitar la proposición de acuerdos de reorganización judicial.

Desde la puesta en marcha de la nueva ley en 2014, ha dirigido -como veedor titular- alrededor de 40 casos “todos ellos emblemáticos”, comenta. Entre ellos, destaca el proceso de la Isapre Masvida en 2017, donde se logró recuperar $ 42.000 millones, y la reciente reestructuración de ABCDin.

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Una labor que no ha llevado solo -“me volvería loco”, comenta-, sino que cuenta con un equipo de 12 personas, entre ellos contadores auditores y cuatro abogados. En este marco, Jamarne fue ratificado la semana pasada en la reorganización de la empresa Enjoy.

“Estos procesos son más complejos de lo que parece. Llevar una reorganización significa intervenir en una empresa, conocer su negocio, determinar hacia dónde y cómo van las platas, cuáles son los ingresos, los egresos. Hay que preguntarse ¿cómo puedo calificar si la empresa es viable o no? ¿Requiere un estudio mucho más complejo y completo de su operación? Y si se puede cumplir con lo que se va a proponer”, explica.

-¿Es posible preestablecer la duración de estos procesos?

-Todos difieren mucho de su duración. Generalmente el proceso judicial de reorganización puede durar entre 30 a 90 días, pero después de eso viene un proceso obligatorio de intervención de un año si es que fue aceptada la reorganización. Es largo y complejo.

- ¿Cómo ve la situación de las empresas en la actual crisis?

- Yo creo que los problemas que está teniendo el país de carácter económico, necesariamente llevará aparejado un aumento las reorganizaciones. Y eso no solo significa reorganizar sus pasivos, sino que también puede ser en sus activos, reenfocarla hacia dónde y cómo debe funcionar. Sin duda alguna, el escenario actual está produciendo un fuerte impacto en las compañías.

Pero también habrá una explosión en la insolvencia y, como consecuencia, en las liquidaciones, no solo en las pymes, sino que en todas las empresas: grandes, medianas y pequeñas. No habrá distinción.

Es difícil hacer un pronóstico, pero de continuar profundizándose la crisis, es muy probable que haya aumento de ambos casos. Quizás será más fuerte la liquidación.

- ¿Cómo ha sido la disposición de los acreedores a llegar a acuerdos?

- Hay que adaptarse a cada caso en particular. Pero sí hay que destacar, sobre todo en este periodo, que han tratado de buscar soluciones bastantes extremas y novedosas para tratar de salvar a las empresas. En general, me he percatado que los acreedores -dependiendo de los casos- han hecho mayores esfuerzos que los que se hacían regularmente. Están haciendo más para tratar de salvar a las empresas.

Esto se debe a muchos factores, pero sin duda que la crisis sanitaria y económica es uno de los factores de este apoyo.

- ¿Cree que las reorganizaciones son una “salvación” en este marco?

- Es una herramienta muy importante para salvar a aquellas empresas que son viables, y sin duda sirve para que puedan seguir funcionando, sobre todo cuando se enfrentan a cambios tan profundos de mercados como los de hoy.

- Para las empresas con menor capital, ¿es más complejo iniciar una reorganización por tratarse de un proceso costoso?

- Sí y no. Eso es un mito urbano. Los veedores en general cobran dependiendo del monto involucrado, de la cantidad de trabajadores que tenga la empresa. Lógicamente puede haber cobros altos porque se está en una situación muy compleja, con muchas platas de por medio y con muchos trabajadores. Hay cobros de veedores por 100 UF y hay otros que pueden mucho más altos por el nivel de trabajo y complicación.

Pero, de todos modos, cualquier empresa, grande, mediana o pyme, que sea viable, tiene la oportunidad de reorganizarse y de llegar a un acuerdo o a un nuevo pacto con sus acreedores para ver cómo se puede seguir adelante.

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