La Unión Europea (UE) y Mercosur prevén
retomar las negociaciones para un acuerdo de asociación una vez que
haya algún tipo de resultado en la Ronda de Doha de la OMC para la
liberalización de los intercambios comerciales.
Delegaciones de ambas partes cerraron hoy tres días de
conversaciones destinadas a evaluar el estado de las negociaciones,
atascadas desde finales de 2006, de cara a la cumbre de la "troika"
de la UE y los presidentes de países del Mercosur que se celebrará
en Lima en mayo próximo.
En las conversaciones de esta semana los representantes de la UE
señalaron la preferencia de Bruselas a esperar a ver el desenlace de
las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de
Comercio (OMC), tanto si es negativo como positivo.
Una vez que se produzca ese desenlace "debemos encontrarnos y ver
cómo procedemos y en qué circunstancias" para una eventual
reapertura de la negociación, señaló a EFE Alfredo Chiaradía,
secretario de Asuntos Económicos de la Cancillería argentina, que
participó en las reuniones.
El responsable argentino coincidió con otros responsables de
Europa, América o Australia en que, si las negociaciones de la Ronda
de Doha deben dar un resultado positivo, tiene que lograrse en un
plazo de semanas o pocos meses.
Por ello, señaló que las conversaciones mantenidas esta semana en
Bruselas, a pesar de ser "buenas y constructivas" no han sido
definitorias a la espera de resultado -tanto positivo como negativo-
en la OMC.
Mercosur "ha atendido a la petición europea" de esperar a ver qué
ocurre en Ginebra, sede de la OMC, recalcó Chiaradía, que insistió
en ver este entendimiento desde una "óptica positiva".
"Ambas partes nos hemos comprometido a seguir trabajando. Hay
cuestiones que quedan pendientes y en las que habrá que trabajar
tras Lima", añadió, en referencia a la cumbre que la "troika" de la
UE celebrará con los líderes de los países de Mercosur el 17 de
mayo, en el marco de la cumbre UE-Latinoamérica y Caribe.
Por parte de la Comisión Europea (CE), que negocia en nombre de
la UE, una fuente indicó que la "clara prioridad en este momento" es
lograr un resultado positivo en la Ronda de Doha, para lo que se
trabaja "duro y en una atmósfera constructiva con todas las partes,
incluyendo Mercosur".
Estas conversaciones han permitido evaluar el estado actual de la
situación entre ambos bloques, indicó otra fuente europea.
Las negociaciones para un acuerdo de asociación político y
comercial entre Bruselas y Mercosur comenzaron en la capital europea
en noviembre de 1999 y, aunque se han registrado avances, han
sufrido varios momentos de estancamiento debido a diferencias
comerciales.
La UE y los países integrantes de Mercosur -Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay- tienen prácticamente acordados dos de los tres
capítulos del acuerdo, el político y el social, pero mantienen
diferencias en cuanto a aranceles y protecciones para los productos
agrícolas dentro del apartado comercial.
El estancamiento de finales de 2006 se produjo por las
divergencias principalmente en los capítulos del comercio de bienes
industriales -en los que los europeos pujan por mayor acceso- y de
bienes agrícolas -principal interés de los suramericanos.