David Acuña, presidente de la CUT: “En 2022 no negociamos solo salarios, se habló de ayudas económicas que no queremos soltar”

El pasado martes, a las 14 hrs, comenzó en las dependencias del Ministerio del Trabajo una nueva negociación entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras (CUT) para definir el alza del salario mínimo, el cual actualmente es de $ 410.000.

“Le hemos planteado al Gobierno que en esta negociación tenemos que llegar a los $ 500 mil. Esa es la principal demanda, para nosotros es importante ir en una ayuda real y concreta para los y las trabajadoras, que están pagando los costos de las crisis y el alza de la vida”, sostiene David Acuña, presidente de la CUT.

“Creemos que la gradualidad es algo que entrega certeza y que el factor IPC considerado en la negociación anterior fue algo muy satisfactorio”.

“Quiero ser claro: queremos en esta negociación llegar a los $ 500 mil”.

-La negociación está recién comenzando ¿qué pedirá la CUT al Gobierno, además de los $ 500 mil?

-Quiero ser claro: queremos en esta negociación llegar a los $ 500 mil. Pero en la negociación anterior no negociamos solamente salarios, se habló de ayudas económicas como el bono a la canasta básica, se estableció un factor de inflación que básicamente establecía incrementos al salario mínimo que dependían del comportamiento del IPC, y esas son cosas que no queremos soltar.

El piso mínimo es la negociación anterior, la conversación parte desde ahí.

-¿Cómo esperan llegar a la meta de $ 500 mil? ¿En qué periodo?

-El Gobierno está planteando que la negociación sea a más de dos años. Lo dijo la ministra Jeannette Jara y también lo ha planteado el ministro de Hacienda.

Entonces, estamos analizando cómo va a ser la propuesta de ellos, porque esta es una negociación. Estamos disponibles para conversar, pero esa meta se debe lograr cuanto antes, no podemos esperar más tiempo.

-Pero ¿están abiertos a una gradualidad similar a la de la negociación anterior?

-Hemos planteado que creemos que la gradualidad es algo que entrega certeza y que el factor IPC considerado en la negociación anterior fue algo muy satisfactorio. Entonces, podemos seguir con la misma matriz.

-La negociación anterior también contempló un subsidio de apoyo a las empresas de menor tamaño. ¿Están de acuerdo con la posibilidad de mantener ese instrumento?

-Nosotros estamos de acuerdo en que se ayude a las PYME, pero a las que realmente clasifican en esa categoría. Hay que definir bien los parámetros.

Nos interesa que las PYME -como generadoras de empleo- se puedan fortalecer, pero no solamente con bonos y subsidios, sino que también existan normativas que les permitan ir creciendo en, por ejemplo, la apertura del mercado, que se avance también en el pago efectivo de 30 días, porque hoy existe una ley que al final es casi solo de papel.

-En la negociación de 2022 se acordó avanzar en la negociación multinivel. ¿Está contemplado retomar ese compromiso?

-Hay distintos compromisos por parte del Gobierno y, de hecho, los analizamos. El poder fortalecer la negociación ramal o multinivel es una demanda de nosotros, porque entendemos que eso nos permite generar mejores condiciones de diálogo. Pero también entendemos que hoy estamos en la discusión de 40 horas y también estamos en una discusión previsional, y hay que ir priorizando. Pero el compromiso del Gobierno es presentar ese proyecto este año.

-¿Cómo ven la disposición del Gobierno en estas conversaciones?

-En una negociación siempre hay voluntad, pero lo que nosotros necesitamos son respuestas. Le hemos planteado al Gobierno una necesidad clara y latente de los trabajadores y trabajadoras, y frente a esa necesidad necesitamos respuestas y en los tiempos adecuados.

Las principales propuestas que
impulsarán en el debate tributario

La CUT ha impulsado una labor intensa en el marco del debate sobre impuestos que inició Hacienda tras el rechazo a la idea de legislar que sufrió la reforma tributaria en la Cámara.
Para abordar esta discusión, de hecho, la entidad elaboró un documento titulado “Caminos para una reforma tributaria”, en el cual plantean diversas propuestas.
A modo de ejemplo, uno de sus ejes principales es tomar la idea de los empresarios de aumentar a 30% el impuesto a las empresas, para recaudar cerca de 0,4% del PIB adicional y destinar esos recursos al alza de la Pensión Garantizada Universal (PGU).
También plantean reponer las normas antielusión y antievasión del proyecto de ley fallido, para recaudar un 1,6% del PIB.
Otra sugerencia apunta a retomar el proyecto de impuesto a los súper ricos que está en segundo trámite en el Senado. Esta iniciativa legislativa, dicen, también permitiría recaudar 0,4% del PIB y su foco sería el pago de la PGU.
También apuntan a eliminar el tope máximo a las patentes municipales, “para recaudar desde las grandes empresas un porcentaje del 0,5% del impuesto del patrimonio”.
En el detalle, el documento señala que esto debe ser complementado “con una norma de sobre tasa con destino fiscal, solución que ya existe en las contribuciones” y sus recursos deberían destinarse a pagar las medidas de seguridad social y ciudadana.