Gremio de la banca internacional advierte sobre el deterioro de las finanzas públicas chilenas y cree que se requieren más medidas de ajuste

La situación de las finanzas públicas en Chile no solo está siendo mirada con lupa por los parlamentarios y los analistas económicos chilenos, sino también por los internacionales. En específico, por nada menos que la asociación mundial de la banca y las instituciones financieras.

El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés) elaboró un reporte donde analiza la situación de las arcas públicas de nuestro país, haciendo un llamado de atención respecto al alto nivel de endeudamiento del Fisco.

El IIF es una asociación empresarial mundial de instituciones financieras, creado en 1983 por 38 bancos de los principales países industrializados como respuesta a la crisis de la deuda que marcó esa década. Con sede en Washington, hoy cuenta con cerca de 500 miembros de 70 países, que incluyen a la mayoría de los bancos comerciales y de inversión más grandes del mundo, compañías de seguros y empresas de gestión de inversiones.

“Cumplir con el objetivo de déficit de 1,9% del PIB requerirá tanto mejoras en ingresos como recortes de gasto, impactando en la ambiciosa agenda social del Gobierno”, señalaron los autores del reporte de IIF.

En el documento, elaborado la analista senior de Estudios, Valentina Bonifacio, y los jefes de Estudios para América Latina, Martín Castellano y María Paola Figueroa, la entidad parte señalando que si bien la economía chilena ha mostrado signos de recuperación, la situación fiscal del país ha sido "desafiante" debido a un "lento" ritmo de recaudación de ingresos y un "limitado espacio para acomodar los ambiciosos planes de gasto social".

"La actividad económica ha mejorado recientemente luego de una sostenida debilidad el año pasado, impulsada por el sector minero. Sin embargo, la volatilidad del precio de las materias primas, una lenta recolección de ingresos, y presiones de gasto público han pesado sobre las finanzas públicas", señala el análisis, complementando que dicho panorama pondrá a prueba el compromiso del Gobierno con la regla fiscal y sus propias metas de déficit estructural.

Medidas adicionales

El análisis del influyente gremio se da en momentos que el Ministerio de Hacienda recortó su proyección de crecimiento de este año y anunció un millonario recorte de gasto público para el actual ejercicio, ante perspectivas de ingresos fiscales que no se han cumplido en el primer semestre.

"Cumplir con el objetivo de déficit de 1,9% del PIB requerirá tanto mejoras en ingresos como recortes de gasto, impactando en la ambiciosa agenda social del Gobierno", señalan Bonifacio, Castellano y Figueroa.

Junto con recordar que la regla fiscal se ha "relajado" en los años de pandemia para acomodar altos déficits y derivado en recortes de clasificación soberano, los analistas exponen que las arcas públicas han continuado deteriorándose luego del superávit que se registró en el año 2022.

"El ratio de deuda a PIB de Chile de 39% se mantiene por debajo del promedio de América Latina. Sin embargo, el endeudamiento público ha crecido constantemente y se está acercando a países con un mayor riesgo crediticio", advierten.

La reciente performance de los ingresos públicos han levantado "preocupaciones" respecto de la habilidad del Ejecutivo para lograr su objetivo de déficit de este año, señala el IIF. Ejemplifican en que el saldo negativo acumulado en los doce meses concluido a junio se ubica en 3,9% del Producto, lejos del objetivo de 1,9% para el actual ejercicio.

"El gasto público real creció un 6,5% en la primera parte de este año, muy por sobre las proyecciones anuales requeridas para cumplir con las metas de déficit 2024, presionado por el gasto de capital en carreteras y proyectos de vivienda (...) Mientras el Gobierno recientemente ha propuesto aumentar los subsidios a la electricidad, la debilidad fiscal refleja que no hay espacio para nuevos gastos", argumenta el documento, agregando que para lograr dicho objetivo el gasto debe crecer un 3,9% este año, muy por debajo del promedio de 6,7% anual del período pre pandemia, entre 2003 y 2019.

"Mientras que anticipamos una recuperación de los ingresos no mineros a través de ganancias en el consumo subyacente, lograr el objetivo requerirá disciplina fiscal y medidas de ajustes del gasto que parecen difíciles de implementar de cara a la crítica elección municipal de octubre", enfatizan los especialistas del IIF.

Además de aplicar "mayores medidas de austeridad fiscal", el instituto plantea que se requerirán políticas pro mercado para impulsar la inversión, particularmente en las actividades ligadas a la minería y el litio debido a los débiles ingresos provenientes de estos rubros.

"Esto ayudaría a Chile a reforzar la credibilidad de su política fiscal, manteniendo su rating crediticio, y distinguiéndose de la generalizada debilidad de las finanzas públicas a lo largo de la región", se lee entre las conclusiones.